Los combates, atentados con coches bomba y ejecuciones causaron la muerte de unas 3.300 personas en Siria desde que comenzaron los enfrentamientos entre los insurgentes y los yihadistas del Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL), según una ONG.
“Unas 3.300 personas murieron desde el comienzo de los combates, el 3 de enero, entre el EIIL, por un lado, y los rebeldes islamistas y otros grupos, por el otro”, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El balance de esta organización señala 924 muertos entre las filas del EIIL, 1.380 de la coalición que reagrupa rebeldes e islamistas, 281 civiles y más de 700 muertos de los que se ignora el bando.
Otros 29 cuerpos, de personas posiblemente ejecutadas, se hallaron en posiciones controladas por el EIIL.
Los rebeldes, que acogieron en un primer momento a los yihadistas con los brazos abiertos, se vieron sobrepasados por los abusos atribuidos al EIIL y por su voluntad de hegemonía.
Desde principios de enero, ambas facciones se enfrentan en las zonas controladas por la rebelión en el norte de Siria.
La mayoría de los 281 civiles murieron en bombardeos, por disparos o en ejecuciones. Además, 21 fallecieron por un disparo en la cabeza en un antiguo hospital pediátrico en Alepo, trasformado en prisión por el EIIL.
Un balance reciente de la OSDH indicó que 140.000 personas murieron en Siria en los casi tres años de conflicto y millones huyeron de sus hogares.
AFP/Beirut