La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aterrizó este martes 2 de agosto en Taiwán, ignorando las amenazas chinas de represalias en caso de que la visita a la isla se llevase a cabo.
Las imágenes de la televisión mostraron a la legisladora, de 82 años, a su llegada al aeropuerto Songshan, de Taipéi, donde fue recibida por el ministro taiwanés de Relaciones Exteriores, Joseph Wu.
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Un comunicado del equipo de la dirigente Demócrata, del mismo partido que el presidente Joe Biden, y tercera figura en la jerarquía política de Estados Unidos, indicó que la visita muestra el "apoyo incondicional" de Estados Unidos a la isla y que esta "no contradice" la política de Washington hacia China.
Pekín, que considera a Taiwán como una provincia rebelde, fustigó por su lado las acciones "extremadamente peligrosas" de Estados Unidos
China advirtió el martes que Estados Unidos cargará con la "responsabilidad" y "pagará el precio" si Pelosi visitaba Taiwán en su gira asiática.
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Pekín considera a Taiwán como parte de su territorio que tiene que reunificar, por la fuerza si es necesario, y advirtió que la visita de Pelosi la considera una provocación.
Pelosi se convirtió en laa más alta funcionaria estadounidense en visitar Taiwán desde su predecesor Newt Gingrich en 1997.
"Estados Unidos cargará con la responsabilidad y pagará el precio por socavar la soberanía y la seguridad de China", indicó a la prensa una portavoz de la diplomacia china, Hua Chunying.
El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, afirmó que "el abuso de confianza de Estados Unidos sobre la cuestión de Taiwán es despreciable", en unos comentarios publicados en la web del ministerio en los que no se mencionaba a Pelosi.
La Cancillería china, a su turno, comentó que "Estados Unidos (...) constantemente distorsiona, oscurece y vacía de contenido el principio de 'Una sola China'", y añadió que estas acciones son como jugar con fuego, "extremadamente peligrosas. Y quienes juegan con fuego, morirán quemados".
Y el ejército chino prometió lanzar acciones militares selectivas en respuesta a la visita.
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"El Ejército Popular de Liberación de China está en alerta máxima y lanzará una serie de acciones militares selectivas para contrarrestar esto, defender la soberanía nacional y la integridad territorial y frustrar la interferencia externa y los intentos separatistas de 'independencia de Taiwán'", dijo el portavoz del ministerio de Defensa, Wu Qian, en un comunicado.
Antes de llegar a Taiwán, la congresista, de 82 años, pasó por Malasia, donde se reunió con el primer ministro y el presidente de la cámara baja del Parlamento. Su primera parada había sido Singapur.
También visitará Corea del Sur y Japón.
En un comunicado, Pelosi indicó que "estamos comprometidos en un amplio abanico de discusiones sobre la manera de lograr nuestros objetivos comunes y hacer segura (la región) Indopacífico".
Rusia expresó su "solidaridad absoluta" con su aliado chino, en un gesto que responde al hecho de que Pekín se ha negado a condenar la invasión rusa de Ucrania.
"Todo lo que está relacionado con esta gira y la visita a Taiwán es una pura provocación. Esto agrava la situación en la región y aumenta las tensiones", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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Varios medios taiwaneses ya habían adelantado que era probable que Pelosi visitara la isla y hasta aseguraron que se reunirá, el miércoles 3 de agosto, con la presidenta Tsai Ing-wen.
Antes de que se confirmará su arribo a Taiwán, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, dijo que "no hay motivo para que Pekín convierta una posible visita, congruente con la política estadounidense de hace tiempo, en un tipo de crisis".
El ministerio de Defensa de Taiwán aseguró, por su parte, que el territorio está "decidido, capaz y confiado" en que podrá proteger a la isla de las crecientes amenazas de China.
Kirby reiteró que la política estadounidense no ha variado con respecto a Taiwán. Ello implica apoyo al gobierno autónomo taiwanés al tiempo que reconoce a Pekín por encima de Taipéi y se opone a una declaración formal de independencia de parte de Taiwán o una toma por la fuerza de parte de China.
Los 23 millones de habitantes de Taiwán viven con el temor de una invasión, una situación que se ha agravado bajo el mandato del presidente chino Xi Jinping.
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La semana pasada, en una conversación con Biden, Xi advirtió a Estados Unidos de que no "jugara con fuego" en la cuestión de Taiwán.
El lunes 1 de agosto, el embajador chino en la ONU, Zhang Hun, calificó la visita de Pelosi de "muy peligrosa, muy provocadora".
Para respaldar su mensaje, el ejército chino difundió en internet un video de tono marcial que muestra a soldados gritando listos para la lucha, combatientes despegando, paracaidistas saltando de un avión o una lluvia de misiles que aniquilan varios objetivos.
AFP