“Hay que meterle la marcha a la economía”, pidió ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), en su actualización del panorama antes de una cumbre que sostendrán la próxima semana en Australia los líderes del Grupo de los 20 países.
La organización, que entregará un cuadro más completo de su análisis mundial el 25 de noviembre, dijo que “el crecimiento global estaba proyectado para fortalecerse, pero seguirá siendo modesto”.
El panorama de la Ocde señala que “hay diferencias importantes entre los países: la recuperación de Estados Unidos parece más robusta, pero la zona del euro enfrenta aun un creciente riesgo de estancamiento y todavía no está garantizada la posibilidad de que Japón escape de la deflación”.
Al referirse al crecimiento en las economías emergentes, destaca que la tendencia será a seguir siendo fuertes, pero también revela diferencias importantes: “el PIB es lento en China, ha subido en la India y permanecerá inactivo en Brasil y Rusia”.
Al mismo tiempo la Ocde advirtió que “existen importantes riesgos para las perspectivas económicas”.
Puntualizó el balance que la inestabilidad financiera siguen siendo alta, mientras que la volatilidad puede aumentar, en particular para los mercados emergentes. Al mismo tiempo “se señala que la actividad económica y la política monetaria difieren entre las principales economías. Los niveles de deuda son altos y algunas economías emergentes han aumentado significativamente el riesgo financiero externo”.
La Ocde señaló que “debido a que el crecimiento del producto potencial se ha desacelerado en las economías más importantes desde la crisis, la tendencia futura de crecimiento puede ser más débil de lo esperado”.
“La economía global continúa funcionando en una marcha baja”, dijo la nueva economista jefa de la Ocde, la estadounidense Catherine Mann, a Reuters en una entrevista. “Incluso a pesar de que estamos viendo un aumento del crecimiento global de 3,9 por ciento para fines de 2016, eso todavía nos deja alrededor de medio punto porcentual debajo de nuestra experiencia histórica”, agregó.
La Ocde anticipó que la economía estadounidense vería una aceleración de la expansión desde 2,2 por ciento este año a 3,1 por ciento el próximo ante una mejora del mercado laboral que daría un impulso al gasto privado.
La consolidación del crecimiento estadounidense justifica un aumento gradual de las tasas de interés de la Reserva Federal a partir de mediados del 2015.
La mejora del panorama estadounidense contrasta fuertemente con la zona euro, donde la Ocde proyectó una expansión de solo 0,8 por ciento antes de una aceleración al 1,1 por ciento en el 2015, pese a un menor ritmo de ajuste presupuestario en muchos países.
Como la zona euro corre riesgo de un “período prolongado de estancamiento”, pidió que el Banco Central Europeo (BCE) lance una iniciativa total de flexibilización cuantitativa al estilo estadounidense. Entre las mayores economías emergentes, anticipó un crecimiento de 0,3 por ciento este año que pasaría al 1,5 por ciento en el 2015 para Brasil.
EURO SUFRE PEOR CAÍDA EN DOS AÑOS
El euro se depreció ayer a su mínimo nivel en más de dos años frente al dólar, después de que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, reiteró su promesa de usar medidas no convencionales para estimular a una lenta economía de la zona euro.
Draghi agregó que el impacto del programa de compras de bonos del BCE en su hoja de balance será considerable. El ente mantuvo su tasa de interés referencial en un mínimo récord de un 0,05 por ciento; lo que fue interpretado como una luz verde para que los inversores vendieran euros. El euro se depreció un 0,4 por ciento, a 1,2437 dólares, después de retroceder hasta los 1,2389 dólares, su mínimo nivel en 26 meses. EL BCE se ha visto presionado a un mayor alivio de la zona euro, afectada por un lento crecimiento y el riesgo de deflación.