En el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), que ayer inició su debate general en el que intervienen los presidentes de los países, la institución lanzó un informe en el que alerta en contra de la austeridad en la reactivación económicas.
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La Unctad afirmó en su reporte que “la austeridad siempre tiene un efecto contractivo sobre el crecimiento, y arrastra al sector privado a la deuda”. Incluso, resalta que la economía mundial se enfrenta a que la década entre 2020 y 2030 sea perdida por estas medidas.
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De hecho, en sus previsiones muestra que un escenario de políticas expansivas llevaría al PIB mundial a crecer 3,8% en promedio hasta el 2030, mientras que en un panorama austero, lo haría descender al 2% o menos.
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Incluso, según la Unctad, no hacer políticas correctas podría generar un freno a la recuperación y una vuelta a la recesión en algunos países en el próximo 2022.
Pero la crisis económica y el impacto de la pandemia no solo estuvo presente en el informe de la ONU. Su secretario general, António Guterres, hizo énfasis en uno de los mayores problemas también de Colombia: el efecto en las mujeres.
Guterres dijo que “la crisis se ceba con la mujer, muy representada en los sectores afectados por la pérdida de empleos. Son también quienes realizan la mayor parte del trabajo no remunerado y tienen menos recursos, por salarios son más bajos y menos beneficios. A menos que se actúe, la igualdad de género retrocedería décadas”.
Aunque la mayoría de líderes se refirió a la crisis en sus países, fue el presidente chino, Xi Jinping, quien indagó más en el problema.
Xi hizo un llamado a “lograr una recuperación verde de la economía global en la pospandemia”, al tiempo que dijo que la crisis abre “oportunidades en la nueva ronda de la revolución científica y tecnológica”.
Junto a China, la crítica al proteccionismo fue otro de los protagonistas en los discursos virtuales y pregrabados. Uno de los líderes que se refirió a ello fue el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien pidió “evitar caer en proteccionismos que perjudiquen las relaciones en el comercio o interrumpan las cadenas de abastecimiento”.
El brasileño, Jair Bolsonaro, fue en contravía al amenazar con medidas a los que boicoteen a sus productos.
Muchos presidentes, y el mismo Guterres, criticaron el nacionalismo en las vacunas, al afirmar que no beneficiará a nadie, y se resaltó el papel que tiene el multilateralismo en la crisis.
De hecho, ayer los ministros del G20, de forma paralela, afirmaron que sus países han inyectado US$11 billones en la economía global durante la pandemia.
TENSIÓN INTERNACIONAL
Más allá de la economía, el otro gran protagonista fue la tensión entre EE. UU. y China. Guterres afirmó que “estamos yendo en una dirección muy peligrosa. Nuestro mundo no puede permitirse que las dos mayores economías creen una Gran Grieta que divida el globo. Una brecha tecnológica y económica plantea el riesgo de volverse una geoestratégica y militar”.
Donald Trump aprovechó el foro para decir que “la ONU debe hacer que China rinda cuentas por sus actos”, por el coronavirus. Xi lo rechazó, y aseguró que China no quiere una guerra “ni fría ni caliente”, y nunca buscará la hegemonía.
El francés, Emmanuel Macron, llamó a construir “un nuevo orden mundial que no esté definido por Estados Unidos y China” y reivindicó el papel de Europa.
Por último, Iván Duque también participó ayer, donde homenajeó a las víctimas de la violencia en el país, propuso una alianza mundial para la protección de los páramos, y volvió a denunciar los nexos del venezolano Nicolás Maduro con el narcotráfico y el terrorismo.