La Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió ayer un esperado fallo sobre los límites marítimos entre Perú y Chile, que no cambia la frontera actual hasta las 80 millas, pero a partir de esa distancia y hasta las 200 millas beneficia a Perú al asignarle la exclusividad económica en esa zona marítima.
Tal como llevaban anunciando desde hacía meses, los dos gobiernos adoptaron un tono moderado y conciliador en sus primeros comentarios sobre el fallo, que es inapelable y ambos se comprometieron a acatar.
Además, tanto Chile como Perú subrayaron su voluntad de iniciar una nueva etapa en las relaciones bilaterales. Aunque Chile pierde una zona sobre la que hasta ahora tenía exclusividad económica, el punto de partida de la delimitación seguirá siendo el llamado ‘Hito 1’, tal como defendía ese país, y desde ahí hasta las 80 millas la línea fronteriza seguirá siendo el paralelo 18 grados, 21 minutos, 00 segundos.
Desde ahí, la frontera en el mar adquirirá una línea equidistante en “dirección oeste-sur, casi en una línea recta, hasta llegar a la altura de las 200 millas, medidas desde la costa chilena”, según el presidente del alto tribunal, Peter Tomka.
Eso significa que la Corte de La Haya solo aceptó trazar una línea equidistante a las costas de los dos países, como pretendía Perú en la demanda presentada en el 2008, desde las 80 hasta las 200 millas.
Los presidentes Sebastián Piñera, de Chile, y Ollanta Humala, de Perú, conversaron por teléfono tras conocerse el fallo, que el primero escuchó en compañía de sus ministros y el segundo también con líderes políticos y empresariales.
El presidente Humala expresó su satisfacción porque la Corte “reconoce un espacio que de forma preliminar se puede calcular en 50.000 kilómetros cuadrados de derechos soberanos del Perú”. Por su parte, Piñera destacó que el fallo confirma “en lo sustancial los argumentos de la posición chilena”, pero subrayó la “lamentable pérdida”.
LA RIQUEZA MARINA NO CAMBIA
Al no modificar la división marítima en las primeras 80 millas a partir de la costa, la soberanía de ambos países no cambia en el área donde se practica la pesca de bajura, de importancia especial por la captura de la anchoveta, que se usa para la fabricación de harinas de las que Perú y Chile son el primer y segundo exportador mundial, respectivamente.
Aunque esbozaron la línea divisoria en el mar, los jueces de la CIJ no establecieron las “coordenadas precisas”.