La economía de China evitó por poco que su crecimiento en el 2013 fuera el mínimo de 14 años que anticipaban analistas, pero algunos expertos afirman que este año será ineludible una desaceleración, en momentos en que el Gobierno y los inversores se enfrentan a un período de profundas reformas.
La posibilidad de que la segunda mayor economía del mundo se desacelere en los próximos meses fue subrayada ayer por datos que mostraron que el crecimiento en inversiones y producción fabril vaciló en los últimos meses del 2013.
La pérdida del impulso contuvo el crecimiento económico de China a 7,7 por ciento en el trimestre de octubre a diciembre, un mínimo nivel en seis meses.
Economistas afirman que la desaceleración debería profundizarse este año en la medida en que China aguanta las dificultades a corto plazo de reformular su modelo de crecimiento para largo plazo.
El crecimiento en todo el 2013 fue también de 7,7 por ciento, igual al del 2012 y sólo un poco por encima de la expansión esperada por analistas de 7,6 por ciento, que habría sido la menor desde 1999.
“Es como una medicina china”, comentó Lu Zhengwei, economista jefe de Industrial Bank, en Shanghái.
“Si no la tomas, podrías tener problemas en el futuro. Pero si la tomas hoy, no puedes esperar recuperar la juventud mañana”, agregó.
Luego de 30 años de un crecimiento económico de dos dígitos que sacó a millones de chinos de la pobreza, pero que también destruyó al medioambiente, China quiere cambiar el ritmo al adoptar un desarrollo sostenible y de mayor calidad.
Eso significa reducir la intervención del Gobierno para permitir que los mercados financieros tengan un mayor poder de decisión para destinar recursos y promover el consumo interno a costas de las inversiones y exportaciones.
El dato de la Oficina Nacional de Estadísticas mostró que la economía china de (9,4 billones de dólares) aún es muy dependiente de las inversiones para el crecimiento.
La formación de capital respondió por 54 por ciento del crecimiento económico de China el año pasado y superó la participación de 50 por ciento del consumo. Las exportaciones netas, por otro lado, restaron 4,4 por ciento de la expansión en general.
“Yo no veo ninguna evidencia de un cambio de equilibrio (económico) el año pasado”, dijo Tim Condon, economista de ING en Singapur.
Sin embargo, hay señales de que Pekín quiere contener las inversiones. La inversión en activos de renta fija, un motor de la economía de China, creció 19,6 por ciento entre enero y diciembre, el menor aumento en los últimos 10 años y levemente por debajo de las expectativas de un alza de un 19,8 por ciento.
PEKIN/REUTERS