Tras tres semanas de difíciles negociaciones, la troika -formada por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- se mostró insensible a los argumentos del gobierno portugués, que esperaba aliviar su cura de austeridad para no poner en riesgo la recuperación económica.
La luz verde de los expertos de la troika abre el camino al pago de un nuevo tramo del crédito de 5.600 millones de euros, indicaron los proveedores de fondos de Portugal en un comunicado conjunto. La troika afirmó que el plan de austeridad de Portugal se mantiene ‘en la ruta’ y saludó la determinación del gobierno en su implementación.
"Obtuvimos una nueva evaluación positiva en el marco del programa de asistencia económica y financiera", se congratuló la ministra portuguesa de Finanzas, Maria Luis Albuquerque, durante la presentación de las conclusiones de la 8ª y 9ª evaluación del plan de rescate del país.
"Este resultado aumenta la credibilidad de Portugal y nos acerca al final de este período de protectorado", subrayó por su parte el vice primer ministro, Paulo Portas.
Pero, mientras que Lisboa deseaba llevar su meta de déficit público para 2014 al 4,5 por ciento, "la troika no modificó su posición y acepta sólo el 4 por ciento", según lo previsto anteriormente, indicó Portas.
Para la troika, reducir esta meta significaría mandar un mensaje equivocado a los mercados financieros. Frente a la intransigencia de la troika, Paulo Portas deberá próximamente anunciar nuevas medidas de austeridad para alcanzar los objetivos en 2014.
Estas medidas estarán inscritas en el presupuesto para 2014 que el gobierno debe aprobar de aquí hasta el 15 de octubre. Si bien la coalición de gobierno recibió un golpe duro en las elecciones municipales del domingo, podrá contar con una amplia mayoría para adoptar la ley de Finanzas en el Parlamento.
Portugal ha recibido hasta ahora 65.800 millones de euros de los 78.000 millones prometidos por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en el marco de un programa que va hasta el 2014. A cambio, el gobierno se comprometió a aplicar un programa de duros recortes y de rigor presupuestario. Según las previsiones oficiales, la
economía lusa debería contraerse un 2,3% en 2013 y el desempleo superar el 18% a fin de año. Las autoridades apuestan no obstante por una reactivación del PIB de 0,8% en 2014.
AFP