El militar retirado Otto Pérez, que promete mano dura contra las pandillas y cárteles de la droga que aterrorizan a Guatemala, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pero no alcanzó la mayoría necesaria para evitar una segunda ronda.
Pérez, un general retirado de 60 años y sobre el que pesan acusaciones de abusos en la guerra civil, obtuvo un 36 por ciento de los votos, de acuerdo con el programa de resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El centrista Manuel Baldizón, un empresario hotelero de 41 años y diputado con licencia que está a favor de la pena de muerte para delitos graves, obtuvo un 23 por ciento.
Con estos resultados, el 6 de noviembre habrá una segunda vuelta entre el derechista Pérez, del Partido Patriota (PP), y Baldizón, del Partido Libertad Democrática Renovada (Líder).
Para un triunfo en primera vuelta es necesario que un candidato obtenga el 50 por ciento de los votos más uno.
“Estamos seguros de que en las segunda vuelta que es el 6 de noviembre, vamos a volver a ganar y vamos a volver a ganar con fuerza como hoy estamos ganando”, dijo Pérez en una conferencia de prensa en las primeras horas de ayer.
Ningún aspirante a la presidencia de Guatemala, exportador de café y azúcar, ha ganado en primera vuelta desde el regreso a la democracia en 1986, tras décadas de gobiernos militares.
Baldizón comenzó a figurar luego de que la justicia negó la inscripción de la candidatura de Sandra Torres, la ex esposa del presidente Álvaro Colom.
Rumbo a la segunda vuelta, el joven empresario buscará tejer alianzas con otros partidos y explotar sus promesas de dar seguimiento a populares programas sociales de Colom para dar dinero y comida a la gente pobre en un país donde la desnutrición supera a la de países como Haití.
“Baldizón puede tener una mejora en las encuestas si puede atraer a votantes rurales a quienes les gustan promesas de más programas sociales”, dijo Eurasiagroup en un reporte.
Pérez, por su parte, quiere contratar a 10.000 policías y 2.500 soldados nuevos para hacer frente a las pandillas y a los cárteles de la droga, mientras que Baldizón ha sugerido la creación de una guardia nacional y apoya la pena de muerte.
REUTERS.