A tres días de las elecciones presidenciales de Guatemala, el actual mandatario, Otto Pérez Molina, aseguró que se entregaría voluntariamente ante la justicia para enfrentar las acusaciones de corrupción de la Fiscalía y evitar así el “show” de una captura, según su abogado, quien afirmó que su cliente no huirá del país.
Las autoridades guatemaltecas dictaron el martes una medida de arraigo para evitar el riesgo de una fuga, luego que el Congreso le retiró a Pérez Molina la inmunidad para que pueda ser investigado por un escándalo de corrupción que indignó al país y arrasó con su Gobierno antes de las elecciones del domingo.
“No va a huir”, dijo el abogado César Calderón en una entrevista telefónica. “Estamos dispuestos a someternos a un proceso penal”, agregó, al destacar que el general retirado de 64 años pretende “llegar caminando” ante los tribunales.
Por su lado, el jurista colombiano Iván Velázquez titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), ratificó su compromiso con el combate a la corrupción en el país y dijo que el desafuero del presidente Pérez Molina “es un paso más en este proceso” en Ciudad de Guatemala.
En caso de que Pérez Molina sea procesado, el juez determinará si espera un juicio en libertad o va a prisión preventiva, como pide la Fiscalía, lo que podría derivar en la cese de su cargo, que finaliza en enero de 2016.
Reuters