En los últimos años, coincidiendo con un desaforado éxito de sus productos tecnológicos en China, Apple ha protagonizado infinidad de controversias, muchas de ellas negativas para su negocio.
La última la ha generado una pequeña y desconocida firma tecnológica en bancarrota del sur de China Proview, quien logró que un Tribunal le diera la razón en su demanda de que ella es la dueña de la marca iPad en el gigante asiático, donde la registró en el 2000.
Animada por ello, Proview decidió aumentar su ofensiva presentando demandas similares hasta en otras 30 jurisdicciones del país. En algunas logró que las autoridades locales procedieran a la retirada de las tiendas del popular ordenador tableta de Apple, y ha pedido a las aduanas chinas que paren la importación y exportación de iPads, si bien estas no han accedido por ahora.
“Continuaremos presentando quejas a más autoridades reguladoras de otras provincias, hasta que ganemos en la lucha por nuestros derechos”, aseguró uno de los abogados de Proview Xie Xianghui, mientras Apple ha preferido guardar discreción ante el incidente y apelar por vía judicial.
Los observadores del mercado chino consideran que Apple se verá abocada a pagar una millonaria suma a Proview para recuperar el nombre de iPad en uno de los mercados que más cuida, o de lo contrario tendría que cambiar el nombre de las tabletas en China, donde las fabrica.
(PEKÍN/EFE).