Con una nueva insistencia para que la región adopte las reformas que necesita para crecer más rápido, calienta motores la Asamblea Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo que formalmente arranca mañana. Y es que con el arribo de los ministros de Hacienda y banqueros centrales de la mayoría de países del área, la cita hemisférica toma forma.
“El tema no es si la economía de los países de América Latina se va a expandir o no, porque estamos viendo una aceleración paulatina, tanto este año como el próximo”, le dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, a Portafolio.
“El asunto es que en lugar de una tasa anual de crecimiento del 3,5 por ciento, que es la que pronosticamos como promedio para el futuro, necesitamos avanzar a más del 5 por ciento”, señaló la cabeza de la entidad multilateral.
“Es clave entender que uno de los cambios fundamentales que ha tenido lugar en esta parte del mundo es la disminución de la pobreza y el aumento de la clase media”, explicó José Juan Ruiz, economista jefe del Banco. “Y responder a las demandas que esos segmentos de la población tienen no será posible con escenarios como el que pronosticamos”, puntualizó.
Por cuenta de esa perspectiva, el organismo planea poner sobre la mesa los elementos que se requieren para que la región mejore su ritmo. Estos pasan por incrementar la productividad, lo cual necesita de más infraestructura, educación de mayor calidad, el desarrollo de una cultura de innovación y una modernización institucional, explicó Moreno.
Adicionalmente, el BID busca aumentar sus operaciones con el sector privado, que es la principal fuente de empleo en los países de la región. La propuesta, que ha generado no pocos debates, poco a poco avanza en las reuniones informales que se hacen en el complejo hotelero de la Costa de Sauipe, ubicada 70 kilómetros al norte de Salvador de Bahía, a orillas del océano Atlántico.
Por otro lado, no han faltado los diagnósticos sobre la coyuntura. En cuanto a los efectos de la desaceleración de China y la reactivación de Estados Unidos, el veredicto es que el saldo neto será neutro, pues lo que unos pierden se compensará con lo que otros ganan.
No obstante, mientras que México y Centroamérica se ven mejor, no ocurre así con Suramérica, afectada por la baja en las cotizaciones de los bienes primarios.
Adicionalmente, temas como la capacidad fiscal de los países del área o las consecuencias del cambio en la política adoptada por el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos también van a ser discutidos, junto con un llamado a la prudencia.
En medio de estas circunstancias, Colombia aparece como una de las economías de mostrar, pues el impacto de la decisión del JP Morgan, al aumentar el peso de los TES en los índices que sirven de vehículos de inversión, envía un mensaje de confianza que no es despreciable.
Y es que en contraste con Brasil, que viene de ver rebajada su nota por parte de Standard and Poor’s, seguimos recibiendo buenas calificaciones.
Ricardo Ávila Pinto
Director Portafolio
Costa de Sauípe (Brasil)