Tras una frenética campaña electoral, los británicos eligen este jueves al nuevo Primer Ministro, en unos comicios que son considerados como los más inciertos de la historia del país en dos décadas.
A las urnas irán unos 46 millones de personas en 650 circunscripciones para elegir a un parlamentario por cada una de las localidades.
Muchos británicos han enviado desde hace una semana sus votos por correo, otros han votado vía internet, mientras que los que deseen lo harán de modo manual en los centros de votación entre las 7 de la mañana y las 10 de la noche. Los parlamentarios electos escogerán al nuevo Primer Ministro y ganará el partido con más miembros de la Cámara de los Comunes.
Los sondeos predicen que los dos principales partidos recibirán un apoyo similar, cercano al 34%, si bien los conservadores obtendrían, según las proyecciones, un puñado más de asientos en la Cámara de los Comunes, debido al peculiar sistema electoral británico. A pesar de esa mínima ventaja en escaños, el actual primer ministro conservador, David Cameron, no tendría prioridad para tratar de formar gobierno, sino que quedaría abierta la puerta para que el laborista Ed Miliband acerque posiciones con el Partido Nacionalista Escocés (SNP), que, según las encuestas, obtendrá un peso inédito en Westminster y podría tener la llave de la gobernabilidad.
‘SEGUIRÁ INTERÉS COMERCIAL POR COLOMBIA’
“El nuevo gobierno en el Reino Unido mantendrá la misma política de amistad e interés económico y comercial, sin importar quien gane”, aseguró a Portafolio, Kenneth Clarke, un veterano político conservador, quien estuvo hasta agosto del 2014 como ministro sin cartera de Economía.
¿Puede haber cambio de política hacia Colombia con el nuevo gobierno?
Aparte de la competencia en términos comerciales entre Colombia y su país, no hay ningún elemento que haga que el nuevo Primer Ministro cambie su política de acercamiento comercial y de inversión hacia Colombia.
¿Qué se puede esperar de este proceso?
Por primera vez en la historia política británica a estas alturas es difícil hacer una previsión acertada de lo que pueda ocurrir. Este es el proceso electoral más difícil del tiempo moderno. Por primera vez los dos partidos tradicionales no controlan el sistema político británico y no pueden encabezar la mayoría para ganar unas elecciones.
¿Qué puede resultar de estos comicios?
Puede resultar un sistema multipartidista, donde nadie tiene el poder absoluto. Lo que más preocupa es que un 40 % de la población no está interesada en política, particularmente los jóvenes. En medio de la crisis hay gente que protesta o se abstiene. Lo interesante es imaginar el tipo de gobierno que surja de esto.
ED MILIBAND, EL VIVIFICADOR DEL VIEJO LABORALISMO
“El vivificador del viejo laboralismo”, así definen los medios locales al candidato laborista, Ed Miliband, de 45 años, un londinense que gracias al apoyo de los sindicatos salió victorioso como candidato del partido en el 2010, cuando todos indicaban que sería su hermano, David Miliband, el ‘delfín’ de Tony Blair, el nuevo líder de la formación. Ed, con un discurso más a la izquierda, ha puesto a pensar a muchos, aunque para otros simplemente utiliza su falta de carisma y su faceta más humana como reclamo electoral. Desde los inicios de la campaña ha sido tachado por los medios liberales como “Ed, el Rojo” por sus promesas de gobernar con más justicia social, es decir, menos impuestos, más intervencionismo y más gastos para las altas élites.
DAVID CAMERON, EL DISCÍPULO DE THATCHER
“El político tranquilo”, así es visto por los británicos el actual primer ministro y candidato del partido conservador, David Cameron, nacido en 1966. Ferviente admirador de la fallecida Margaret Thatcher, la dama de hierro, ha impulsado políticas similares a la ex primer ministra. Cameron es poco dado a la confrontación y a las grandes visiones. En el 2010, se convirtió en el primer ministro más joven en 200 años y en el hombre que devolvió al poder a los conservadores tras 13 años de laborismo. Conquistó al elector al combinar una imagen sonriente y moderna, como la de Tony Blair, y la determinación que se les supone a los conservadores de hacer el trabajo sucio.
De ser reelecto, el actual primer ministro busca convocar en el 2017 un referéndum sobre la Unión Europea.