En un mundo globalizado por un sistema de mercado, los economistas se están convirtiendo en una especie de nuevos filósofos y sus comentarios y libros son la nueva lectura obligatoria en las universidades para tratar de entender el mundo. Portafolio entrevistó a Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2002 y profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York, para conocer un poco más sobre las debilidades del capitalismo y los retos que tiene Colombia en materia económica.
Usted ha escrito libros sobre muchos temas, ¿Cuál es su preocupación más grande actualmente sobre los países emergentes?
Es el problema de la inequidad creciente que se está viviendo en la mayoría de los países en el mundo, qué se puede hacer al respecto y cómo evitar que se vuelva peor.
¿Cuál sería su sugerencia específica para afrontar las grandes desigualdades?
Yo diría que un sistema tributario más progresivo es una de las soluciones, pero creo que gran parte de la inequidad viene del ingreso que hay antes de impuestos. Por ejemplo, en Estados Unidos la productividad se ha duplicado pero los salarios se han estancado, y eso no pasaba antes. Por lo general, cuando la productividad se incrementa los salarios lo hacen también, pero algo ha quebrado ese vínculo y esto está limitando el poder de negociación de los empleados, destruyendo los sindicatos, la globalización y está creando más monopolios y gobiernos corporativos disfuncionales. Hay además otras decisiones en política monetaria y de gasto público, que han ayudado a profundizar la inequidad en varios países. Entonces la redistribución es importante, pero también creo que estos otros elementos son igual de importantes.
Expertos dicen que hay que diversificar los métodos de producción. ¿Es posible diversificar una economía en un mundo tan globalizado?
Sí, claro, hay que pensar en políticas activas de industrialización, y parte del problema del Consenso de Washington fue que desincentivó ese tipo de políticas de industrialización.
El Banco Mundial ha cambiado su postura frente a esto y está apoyando políticas industriales y proactivas de los países. Es particularmente importante que Colombia, donde todavía dependen mucho de los recursos naturales, desarrolle otras industrias porque ahora que los precios de las materias primas están bajando, aquellos países que no diversificaron lo están sufriendo.
El economista surcoreano Ja Hoon Chang habla de las 23 cosas que no se cuentan del capitalismo, ¿Está de acuerdo con esto y cuáles cree que serían las grandes mentiras de este sistema?
Sí, creo que una de las más grandes es que los mercados por si mismos son suficientemente estables, y que si la economía crece todo el mundo se va a beneficiar. Esas serían de pronto las dos mentiras más importantes. Creo firmemente que esto no es verdad. Quizás, una tercera sería que entre más grande sea el sistema bancario y financiero, mejor le va a la economía. Estados Unidos aprendió a un costo muy alto que mientras que el sector financiero creció entre un 2% y 6% del GDP, el desempeño económico del país empeoró. Una cuarta mentira es que el libre comercio necesariamente mejora el bienestar de los ciudadanos. El libre comercio ni siquiera genera crecimiento económico y nuestros tratados de libre comercio no son de libres sino que son tratados acomodados a los intereses de las grandes multinacionales.
Considerando lo que me cuenta, ¿hay algún tipo de solución desde el sistema mismo o cree que el modelo es insostenible?
Todavía soy optimista, de Indiana, de donde yo soy en EE. UU., somos famosos por ser optimistas. Creo que podemos cambiar el sistema. En EE.UU. tenemos un sistema donde el dinero corrupto rige la política y destruye nuestra economía. Pero sÍ creo en un sistema de mercado que tenga en cuenta a la gente, que no sea solo un sistema basado en el mercado, sino que el Gobierno y la sociedad también jueguen un rol para formar un sistema económico balanceado. No se trata de deshacerse del sistema, pero tampoco DE ser un fundamentalista del mercado.
En la práctica todos los países tienen una mezcla entre gobiernos y mercados, pero el problema real es que los ricos quieren el gobierno para robarle a los pobres y para que le den la plata a ellos. Piense en el rescate financiero que hizo el Gobierno a los bancos privados que se quebraron en el 2008, al final fueron los americanos los que terminaron financiando la operación y todos los bancarios estuvieron de acuerdo con el rescate.
Entonces la idea de que los banqueros quieren un gobierno es pura hipocresía, lo que ellos quieren es que el Gobierno preserve los intereses de las empresas y las Élites.
Los mercados son el medio para conseguir un objetivo y no un objetivo como tal.
Usted hace muchas recomendaciones a nivel macroeconómico, pero sería bueno saber ¿dónde invierte usted su plata o en qué sector recomienda invertir?
No tendría como responder a esto, ya de por si me cuesta mucho manejar mi propio dinero, entonces no sabría dónde empezar, lo que diga no sería de mucha utilidad. No es algo de lo que me gustaría hablar, tampoco tengo mucho tiempo para pensar en eso.
Internacional
04 feb 2016 - 9:59 p. m.
‘Los ricos quieren el gobierno para robar a los pobres’
Stiglitz es optimista frente a la economía mundial y la equidad, pero cree que los mercados no deben responder a las necesidades unos pocos.
POR:
Cristóbal Vásquez
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