La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reelegida en octubre para un segundo mandato, dijo este miércoles que irá nombrando a los miembros de su nuevo gabinete “por partes” y dejó claro que aún no ha decidido quién será su próximo ministro de Hacienda.
“No será antes de la Cumbre del G20”, a la que acudirá y que se celebrará los próximos 15 y 16 de noviembre en Australia, declaró Rousseff sobre la elección del nuevo titular de Hacienda, un nombre que esperan con cierta ansiedad en los mercados financieros. “Va ser por partes”, dijo la presidenta brasileña sobre el nombramiento de los miembros del gabinete que tendrá en su segundo Gobierno, que asumirá el 1 de enero del 2015. Al frente de la cartera de Hacienda está desde el 2006 el economista Guido Mantega, que asumió el cargo en el segundo mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, antecesor de Rousseff, quien lo confirmó en ese puesto hace cuatro años, cuando asumió el poder.
Mantega ya había anunciado que, por motivos personales, este será su último año en el cargo, pero de todos modos los agentes de los mercados financieros, que lo responsabilizan por el carácter “intervencionista” del Gobierno en materia económica, exigían desde hace meses su salida.
Tras la victoria de Rousseff en la segunda vuelta electoral del pasado 26 de octubre, los agentes financieros han vuelto a la carga y han exigido a la presidenta que designe al sucesor de Mantega, a fin de dar señales sobre lo que será la política económica en su nuevo mandato. En la prensa local se han barajado diversos nombres, entre los que sobresalen el exviceministro de Hacienda Nelson Barbosa, un cuadro técnico del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), y el banquero Henrique Meirelles, quien presidió el Banco Central en el Gobierno de Lula.
Por su lado, el senador Aécio Neves, quien perdió los recientes comicios en Brasil afirmó ayer que pese a su derrota se ha prendido “una llama de cambio” que prometió mantener “encendida” desde la oposición. Neves dijo que pretende encabezar una oposición “responsable”, pero “inquebrantable”.
ANALISTA DE S&P VE LÍMITES AL DETERIORO FISCAL DE BRASIL
Standard & Poor’s cree que las “sólidas” instituciones políticas de Brasil limitarán el deterioro en las cuentas fiscales del Gobierno, apoyando la nota crediticia dentro del grado de inversión del país, dijo una analista senior de la firma. La calificación crediticia de Brasil se volvió una preocupación para los inversores y un dolor de cabeza para la recientemente reelecta mandataria Dilma Rousseff, ya que un alza en el gasto público y una estancada economía llevó a S&P a reducir la nota del país a cerca de territorio basura en marzo.