Más allá de averiguar si los países cuentan con destinos gastronómicos que deleiten el paladar, la organización Oxfam decidió crear el escalafón 'Suficientemente bueno para comer' en el que analiza cuáles son los países donde los habitantes pueden acceder a una dieta balanceada y a precios asequibles.
Para tal fin, la organización que lucha contra la hambruna formuló las siguientes preguntas: ¿tienen las personas suficiente alimentos para comer?, ¿pueden las personas permitirse comprar suficientes alimentos', ¿es buena la calidad de los alimentos? y ¿cuáles son los efectos principales de la dieta en la salud?
Al cuantificar estas respuestas, tomando como base datos de organizaciones como la FAO, la OIT y la OMS, Oxfam explica que Países Bajos se encuentra en la parte más alta del escalafón, es decir, es el país en el que mejor se come.
"Países Bajos consigue el primer puesto gracias a un nivel relativamente más bajo del precio de los alimentos y de la incidencia de la diabetes y a una mayor diversidad nutricional que sus rivales europeos".
Francia, Suiza, Austria, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Australia, Italia, Luxemburgo y Portugal, en ese orden, completan los 12 primeros lugares del escalafón.
El informe de Oxfam no hace precisiones específicas sobre Colombia, aunque sí señala que se encuentra en la casilla 36 del listado. Otros países latinoamericanos evaluados ocuparon las siguientes posiciones: Brasil (25), Argentina (36), Chile (44), México (44) y Perú (51).
EL OTRO EXTREMO
Chad, es según el escalafón de Oxfam, el peor país para comer del mundo. En el país africano, "los alimentos son caros aunque tengan poco valor nutricional y el acceso a buenas condiciones sanitarias en su elaboración es limitado", afirma Oxfam y agrega que en Chad uno de cada tres niños tiene bajo peso.
En las 10 últimas posiciones del escalafón se encuentran nueve países subsaharianos, además de Yemen. Todos ellos sacaron malas notas en el precio de los alimentos ya que son más caros que otros bienes y servicios, en comparación con los otros países de la clasificación.
Oxfam recuerda que según los datos más recientes hay más de 840 millones de personas que pasan hambre todos los días, a pesar de que en el mundo hay comida de sobra para todos.
Para revertir esta tendencia y alcanzar una seguridad alimentaria mundial, el organismo propone una mayor inversión en agricultura para los pequeños propietarios en los países en vías de desarrollo, abordar el cambio climático para evitar sus efectos en la producción de alimentos y eliminar los planes de biocombustibles que hacen que los comestibles vayan a los tanques de los carros antes que a las bocas de las personas.
Oxfam añade que hay que mejorar el derecho a la tierra de las comunidades más vulnerables, mejorar la regulación de la especulación de alimentos y solicitar a los gobiernos y a la industria alimentaria para contener el alza de los niveles de obesidad y sobrepeso.
La directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyima, explicó que el escalafón "analiza aquellas cuestiones que más preocupan a las personas en relación a la alimentación, con independencia de dónde sean. Pone en evidencia que el mundo no es capaz de garantizar que todas las personas puedan alimentarse de forma sana, a pesar de que sí hay alimentos suficientes para ello”.