Aunque unos datos conocidos mostraron un ‘tímido’ incremento en las solicitudes iniciales por beneficios de desempleo la última semana, se mantiene una tendencia que sugiere que el mercado laboral está mejorando.
Por otra parte, el Departamento de Comercio dijo que el gasto del consumidor subió 0,9 por ciento en mayo, la mayor alza desde agosto de 2009, tras un incremento de 0,1 por ciento en abril.
Este resultado estuvo por encima de lo que esperaba el mercado, que situaba el crecimiento en 0,7 por ciento en mayo.
Así las cosas, el fuerte aumento en el consumo privado sugirió que las familias finalmente se pusieron a gastar parte del dinero que ahorraron por la caída de los precios de la gasolina y cerró un mes de sólidos reportes macroeconómicos.
El dato fue la señal más reciente de que el crecimiento se acelera después de que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo a un ritmo anual de 0,2 por ciento en el primer trimestre, cuando la economía enfrentó el mal tiempo, interrupciones portuarias, la fortaleza del dólar y recortes de gastos en el sector energético.
UN MERCADO INMOBILIARIO QUE EMPIEZA A SORPRENDER
Otro sector de la economía que sorprendió positivamente fue el inmobiliario.
Al ganar 2,2 por ciento en mayo, las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos recuperaron el nivel anual que tenían hace siete años, en febrero de 2008, antes de la crisis financiera.
Todavía se está lejos del pico de ventas de 2005, que resultó ser insostenible, pero los economistas destacaban con satisfacción que quienes acceden por primera vez a una propiedad han vuelto al mercado.
En cuanto a las ventas de viviendas usadas, que constituyen más del 80% de las transacciones inmobiliarias, también alcanzaron su nivel más alto en seis años al aumentar 5,1% en mayo.
En resumen, desde el empleo hasta el sector de la vivienda, los datos económicos de mayo han sido alcistas. Incluso las manufacturas, que han enfrentado problemas con los persistentes efectos del fortalecimiento del dólar y los menores precios de la energía, se han comenzado a estabilizar.
CRECIMIENTO ‘FUERTE’ QUE PEDÍA LA RESERVA FEDERAL ESTÁ SOBRE LA MESA
En medio de esto, la Reserva Federal podría subir por primera vez en casi una década las tasas de interés este año, incluso cuando la inflación se mantiene bien por debajo del objetivo de la autoridad monetaria de dos por ciento.
"Esto es un buen indicio para el crecimiento del segundo trimestre y el impulso más amplio de la actividad económica en el segundo semestre del año, y mantiene sobre la mesa la perspectiva de un alza de tasas en septiembre", comentó un analista económico de un banco en Nueva York.
Para Colombia, el efecto del incremento de las tasas de la Reserva Federal provocará la salida de capitales que buscarán renta fija en títulos del Tesoro estadounidense. Al respecto, Camilo Silva, socio y analista de Valora Inversiones, señaló que el dólar se apreciará aún más en el país.
Si la tasa de interés de la ‘economía’ grande aumenta, el diferencial de tasas entre Estados Unidos y Colombia se reducirá. Lo anterior provocaría que, manteniendo el mismo nivel de riesgo y la tasa de interés del Banco de la República inalterada, sería más atractivo –y menos riesgoso– tener dólares en Estados Unidos.
Por consiguiente, ante una menor oferta de dólares en el mercado local, el ambiente de escasez de divisas se traduciría en una cotización mayor.
De igual forma, Silva considera que las bolsas regionales se verán afectadas. Sin embargo, el mercado puede estar reduciendo poco a poco el impacto final y “todo dependerá del ritmo que proponga la Reserva Federal para subir las tasas”.
“Lo que han dicho los miembros de la Reserva Federal ha causado que el mercado espere dos subidas en el segundo semestre del año: el primero sería en septiembre, mientras que el segundo lo veríamos en noviembre”, agregó el analista de Valora Inversiones.
A pesar de datos que muestran que la primera economía mundial empieza a robustecerse, un aumento de las tasas antes de septiembre se ve como un evento poco probable. Seguramente, los miembros de la Reserva Federal esperarían el panorama del tercer trimestre.
“La recta final del año debe comenzar con indicadores económicos favorables y alentadores para el mercado y para el gobierno de los Estados Unidos, sólo así sería probable que tuviéramos aumentos en las tasas de interés en ese país”, indicó Camilo Silva.