Suecia y Finlandia, dos países escandinavos neutrales por décadas, han roto el sello y se han ofrecido a entrar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), en un movimiento que se vislumbra como una consecuencia directa de la invasión de Rusia a Ucrania, que alteró la extensiva paz europea.
(Es oficial: Finlandia anuncia que va a pedir adhesión a la Otán).
De acuerdo con el docente de relaciones internacionales Mario Aller, ambos países tienen un largo historial de colaboración con el bloque regional sin llegar a ser parte del mismo.
“Es un paso lógico y hasta esperado que se alíen más con sus socios tradicionales. Ellos participaban en maniobras sin ser miembros del bloque”, apuntó Aller.
(Biden: EE. UU. “no permitirá que Rusia intimide” a Europa).
Bajo esta premisa también coincide el docente Janiel Melamed, docente de la Universidad del Norte. “El vecindario más próximo a Rusia (Suecia y Finlandia) teme sufrir las mismas medidas de agresión rusas y su liderazgo político entiende que pese a una tradicional postura de neutralidad, los intereses nacionales están mejor protegido”, reseñó el docente.
De acuerdo con los analistas, ambos países rompen su histórico esquema de neutralidad al “sentir la amenaza” de Rusia tras la escalada bélica. Así, la Alianza sale “reforzada” con posibles nuevas incorporaciones.
“Esto les garantizará tener un seguro de disuasión ante las posibles locuras que pueda tener Rusia”, complementó Aller.
Vale la pena apuntar que, a diferencia de otros países escandinavos como Noruega, Dinamarca e Islandia, ni Suecia ni Finlandia habían considerado siquiera unirse, toda vez que este dúo se había declarado neutro en la época de la Guerra Fría, posición mantenida hasta hace unos días.
Con la futura aceptación de ambos territorios, se extendería aún más la frontera terrestre entre la Alianza y Rusia, país que comparte 1.340 kilómetros de frontera, que abarca desde el Mar Báltico hasta el Ártico.
Hasta el momento, dada su cercanía a los distintos aliados del bloque militar, Suecia y Finlandia esperan una entrada exprés, sin embargo, Turquía está poniendo una traba al proceso alegando que apoya a terroristas kurdos.
“No van a entregar a los terroristas pero piden entrar en la Otan. No podemos decir ‘sí’ a privar de la seguridad a esta organización de seguridad”, indicó el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Sin el visto bueno de Ankara resulta imposible abrir el proceso de adhesión al bloque, debido a que se requiere el consenso entre los 30 aliados.
Ambos analistas consultados por Portafolio consideran que los reclamos de Turquía no son suficientes para impedir el ingreso sueco y finés a la Alianza. De hecho, ambos países han expresado que “discutirán” las inquietudes.
“Turquía, pese a ser el segundo ejercito más grande en la Otan, adolece de un liderazgo político en la organización que le haga ser convocante”, dijo Melamed.
ROBERTO CASAS LUGO
PORTAFOLIO