Fue el más rico de Brasil y quiso ser el número uno del mundo, pero Eike Batista terminó naufragando en un mar de ilusiones cuando no consiguió mantener a flote el proyecto petrolero de su empresa OGX, que ayer se sometió a la ley de quiebras de su país.
A punto de cumplir 57 años el próximo 3 de noviembre, este fanático de la velocidad y de las lanchas deportivas se convirtió en un emblema del entusiasmo global que Brasil generó en los últimos años, y consiguió captar a grandes inversionistas para su proyecto petrolero.
“Yo creí en eso. Viviendo en un país que tiene aquellos descubrimientos de petróleo gigantescos, ¿por qué yo no podía haber sido bendecido con uno de ellos?”, se preguntó Batista en una entrevista con el diario The Wall Street Journal, aludiendo al hallazgo de petróleo en aguas ultraprofundas brasileñas en el 2007.
Su grupo de minería y energía EBX comenzó a subir como la espuma y el empresario llegó a tener una fortuna que, en valor de mercado, alcanzó los 30.000 millones de dólares hasta hace tan solo un año y medio.
Quería ser el hombre más rico del mundo, le confesó a la revista Forbes, que, sin embargo, en el 2012 lo sepultó con el título de ‘El gran perdedor del año’.
Su fortuna cayó a menos de 1.000 millones de dólares en un derrumbe que comenzó a mediados del año pasado, cuando OGX reconoció que no cumpliría sus metas de producción. Un año después, informó que incluso podría dejar de producir petróleo en uno de sus campos submarinos.
Los mercados le dieron la espalda, los inversionistas comenzaron a presionar por resultados y Batista se transformó en el hombre que había perdido miles de millones de dólares en un tiempo récord.
“OGX se vendió muy bien sin tener ni un barril de petróleo”, dijo a la AFP el analista Marcelo Pereira, de la consultora TAG Investimentos en San Pablo, sobre los orígenes de la empresa creada en el 2007.
Hijo de una alemana y del empresario brasileño Eliezer Batista -un exministro de Minas y Energía, y expresidente de la gigante minera Vale cuando era estatal-, Batista es un personaje excéntrico y supersticioso que se presenta como un ‘líder de ensueño’, según el sitio web de su grupo EBX.
LO QUE VIENE PARA OGX
La solicitud de protección judicial ante sus acreedores representa la bancarrota corporativa más grande en la historia de América Latina.
Inspirada en los procedimientos del Capítulo 11 de Estados Unidos, la ley brasileña pone en un rol preponderante a los acreedores en el proceso de bancarrota, diseñado para aumentar las tasas de recuperación, reducir el riesgo crediticio y disminuir el costo de financiamiento.
Un administrador, nombrado por un juez, tendrá 60 días para elaborar un plan de recuperación. Luego, los acreedores aceptarán o rechazarán dicho plan. Si no es aprobado, se ajustará de manera conjunta durante otros 60 días.
En caso de no llegar a un consenso, OGX entraría automáticamente en liquidación de bancarrota.
Si el plan de recuperación es aprobado, OGX y su administrador legal deben implementarlo dentro de un plazo máximo de dos años desde la fecha de solicitud de protección. Si la empresa falla en implementar el plan, podría ser llevada a liquidación de bancarrota por un tribunal, dependiendo de los términos aprobados por el comité de acreedores.
TAMBIÉN VENDIÓ SUS NEGOCIOS CARBONÍFEROS EN COLOMBIA
Así mismo, ayer el empresario tomó la decisión de salir de su participación en las operaciones mineras que tenía en Colombia. Vendió a la turca Yildirim Holding sus proyectos de carbón en el país por US$ 450 millones, informó la empresa CCX.
CCX Carvao de Colombia, controlada por EBX, anunció que llegó a un acuerdo con la empresa turca para la venta de los proyectos mineros a cielo abierto Cañaverales y Papayal, por US$ 50 millones.
También acordó venderle el proyecto de minería subterránea de San Juan, por US$ 400 millones.
Resumen de agencias