La creciente guerra comercial y tecnológica entre Washington y Pekín se ha caracterizado por la feroz retórica de ambas partes.
Pero en las redes sociales chinas, especialmente entre quienes trabajan en el sector tecnológico del país, algunos están adoptando un enfoque más humorístico hacia la confrontación comercial, aunque amenaza con fracturar la economía mundial de una forma no vista desde el fin de la guerra fría.
En una broma que se ha vuelto viral en línea en las últimas semanas, a China y Estados Unidos se les otorgan puntos cada vez que impiden que una compañía del país rival entre a sus respectivos mercados, otro de los aspectos en los que se está desarrollando la confrontación entre las dos principales potencias económicas del mundo.
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En la columna china, junto a la bandera del país, la puntuación es de ‘más de 100 puntos’, y aparecen los logotipos de Google, Twitter, Facebook, Snapchat, Instagram, WhatsApp, Dropbox, OneDrive, Reddit y muchos otros. En la otra columna, junto a la bandera de EE. UU., sólo hay ‘1 punto’, por Huawei, el principal fabricante de equipos de telecomunicaciones de China.
El humor negro en línea contrasta con los medios estatales chinos fuertemente controlados, los cuales han estado avivando el apoyo nacionalista a Pekín en lo que podría ser un prolongado período de sufrimiento para la segunda economía más grande del mundo.
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El día antes de que el presidente estadounidense, Donald Trump, aumentara los aranceles sobre productos chinos con valor de US$200.000 millones este mes, Xinhua, la agencia de noticias oficial de China publicó un editorial titulado “Si quieres hablar, hablemos, si quieres pelear, peleemos”. China respondió al aumento de los aranceles por parte de Trump incrementando sus propios aranceles sobre los productos estadounidenses que tienen un valor de US$60.000 millones.
La semana pasada, Xi Jinping, el presidente chino, dijo que su país se debería de preparar para una nueva Larga Marcha, en referencia al arduo viaje de un año que emprendió el Ejército Rojo del Partido Comunista en 1934 cuando huyó de los Nacionalistas en la guerra civil de China. Sus comentarios, transmitidos por la televisión estatal, fueron interpretados como una preparación para un empeoramiento de la coyuntura económica en China como resultado de la guerra comercial.
Además de los aranceles, otra movida igualmente preocupante para la próspera industria tecnológica de China fue la inclusión por parte de Trump de Huawei en la llamada ‘lista de entidades’, por lo que las compañías estadounidenses no podrán venderle productos ni servicios a la compañía china sin una licencia.
Otras importantes compañías nacionales de tecnología, como los grupos de cámaras de vigilancia Hikvision y Dahua, también se están preparando para una posible inclusión en la lista negra.
“China ya sabe lo que es sufrir bajo el yugo de un amo colonial. No importa que Estados Unidos o cualquier otro lo intente, no nos va a suceder de nuevo”, decía un artículo de opinión en el China Daily.
Sin embargo, en las redes sociales, en lugar de criticar el imperialismo, los comentaristas señalaron en broma que en realidad era una insignia de honor para una compañía que Trump la haya hecho blanco de sanciones tecnológicas. Mostraba cuán importante era esa empresa en particular.
Los grupos tecnológicos más grandes de China, Alibaba y Tencent, que dominan las redes sociales, el comercio electrónico y los mercados de pagos del país, no estaban incluidos entre los objetivos y “seguramente se sentían excluidos”, señalaba una publicación.
Según una broma similar, también se sentía excluido el distrito tecnológico Zhongguancun de Pekín, que a menudo se le describe como el Silicon Valley de China. Aunque compañías como Huawei, que tienen su sede en el polo tecnológico sureño de Shenzhen, se vieron afectadas, las compañías de Zhongguancun, que incluyen el motor de búsqueda Baidu y el fabricante de computadoras Lenovo, habían sido ignoradas por Trump, decía la broma. Posteriormente fue censurada en WeChat.
Un empleado de Sensetime, una compañía dedicada a la vigilancia y que tiene sede en Hong Kong que podría ser incluida en la lista negra, dijo en broma que la inclusión en la lista de entidades es “como recibir un sello oficial de aprobación del Gobierno estadounidense”.
Sue-Lin Wong y Nian Liu