Una tormenta invernal en Estados Unidos, la más feroz en décadas, deja al menos 26 muertos y decenas de miles de hogares sin electricidad este domingo de Navidad de 2022, tras cuatro días de vientos polares barriendo el centro y el este del país.
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El clima extremo, con nevadas y temperaturas de hasta -48 grados centígrados, provocó la cancelación de miles de vuelos y volvió intransitables muchas carreteras en la ajetreada temporada de viajes por las fiestas de fin de año.
El condado de Erie, en el noroccidente del estado de Nueva York, se vio particularmente afectado. Allí, siete personas murieron allí a causa de la tormenta, dijo Mark Poloncarz, responsable de este condado, durante una rueda de prensa.
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Algunas víctimas fatales fueron halladas en autos y otras en la calle en medio de la nieve.
"Es horrible, es una gran catástrofe", señaló Poloncarz. "Tenemos siete muertes confirmadas en este momento como resultado de la tormenta, pero puede haber más", agregó.
"Hay personas atrapadas en sus autos desde hace más de dos días y otras en casas con temperaturas bajo cero. Esta no es la Navidad que queríamos", cerró.
Por ahora, se sabe que las 26 muertes reportadas han ocurrido en ocho estados, debido a esta rara tormenta que azota el país desde la noche del miércoles 22 de diciembre.
Algunos de los fallecimientos ocurrieron en carreteras, muy peligrosas por el suelo congelado y la poca visibilidad.
Medios estadounidenses hablan de hasta 30 muertes relacionadas con las tormenta.
Aún se esperaba que caigan entre 30 y 60 centímetros de nieve, según el último boletín del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).
La prohibición de viajar por el estado de Nueva York rige desde el viernes 23 de diciembre, pero cientos de personas aún se encontraban varadas en sus vehículos. Para rescatarlos, la gobernadora del estado, Kathy Hochul, desplegó la Guardia Nacional en el condado de Erie y en Buffalo, donde los servicios de emergencia estaban prácticamente paralizados.
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La electricidad tampoco se restablecerá por completo en la ciudad de Buffalo antes del lunes 26 de diciembre, advirtió Poloncarz, y pidió a los residentes que no abandonaran sus hogares porque las rutas permanecen intransitables.
Casi 1,7 millones de clientes en todo el país llegaron a quedarse sin electricidad el fin de semana, de acuerdo con Poweroutage.us. Este domingo, además, 153.000 seguían sin energía eléctrica.
Los estados más afectados eran Maine, Nueva York, Virginia, Washington y Vermont.
El NWS dijo que las temperaturas en el centro y oriente de Estados Unidos deberían volver "a las normas estacionales a mediados de la última semana de diciembre".
Desde la tarde del viernes 23, la tormenta se ha convertido en una 'bomba de baja presión': un choque entre dos masas de aire, una muy fría del Ártico y otra tropical del Golfo de México.
Las bombas de baja presión pueden producir fuertes lluvias o nevadas, inundaciones costeras y vientos huracanados.
El tráfico aéreo estaba mejorando gradualmente con casi 1.500 vuelos cancelados el domingo, frente a los más de 3.400 del día anterior, según el sitio de seguimiento FlightAware.com.
La autoridad de aviación estadounidense, la FAA, "espera que las interrupciones más extremas hayan quedado atrás", tuiteó el sábado el secretario de Transporte estadounidense, Pete Buttigieg.
Para muchos viajeros la pesadilla continuaba en los aeropuertos de Atlanta, Chicago, Denver, Detroit, Minneapolis y Nueva York.
El hielo en las carreteras también llevó al cierre temporal de algunas de las rutas más concurridas del país, incluida la Interestatal 70, que atraviesa buena parte de Estados Unidos de oriente a occidente.
Ciudades como Denver o Chicago abrieron refugios para acomodar a las personas sin hogar y protegerlas del riesgo de hipotermia.
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Canadá también estaba afectado por la tormenta y todas las provincias tenían alertas meteorológicas. Cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad en Ontario y Quebec, y los aeropuertos de Vancouver, Toronto y Montreal sufrieron cancelaciones de vuelos.
En la provincia de Columbia Británica, las autoridades dijeron que 53 personas resultaron heridas en un accidente de autobús el sábado por la noche, a unos 330 kilómetros de Vancouver. La causa del choque estaba bajo investigación.
AFP