Turquía siguió el camino emprendido por China, la Unión Europea y otros países y se sumó a la guerra comercial en contra de Estados Unidos, al anunciar un incremento en los aranceles a los productos de ese país como consecuencia de los impuestos comerciales anunciados por Trump.
De esta forma, el país presidido por Recep Tayyip Erdogan, anunció un fuerte aumento de los aranceles a varios productos de una lista entre los que se encuentran vehículos de turismo (el nuevo arancel es de 120%), determinadas bebidas alcohólicas (140%), el tabaco (60%), arroz y productos cosméticos.
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Según el ministro de Comercio turco Ruhsar Pekcan, el monto de los nuevos aranceles aduaneros es de US$533 millones.
Este decreto del aumento de los aranceles firmado por Erdogan se produce en un contexto de grave crisis diplomática entre Estados Unidos y Turquía, que condujo este mes a estos dos aliados en el seno de la Otan a imponerse sanciones comerciales recíprocas.
“Las tasas de importación de determinados productos han sido aumentadas recíprocamente a los ataques deliberados de la administración estadounidense contra nuestra economía”, afirmó en un tuit el vicepresidente turco, Fuat Oktay. Donald Trump había anunciado la semana pasada la duplicación de los aranceles del acero y aluminio turcos.
Ante este anuncio, la Casa Blanca aseguró que los aranceles son “lamentables”, al tiempo que volvió a exigir la liberación del pastor Andrew Brunson.
“Los aranceles de Turquía son lamentables y significan un paso en la dirección errada”, señaló la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Estados Unidos defendió un arsenal de sanciones comerciales que han provocado el hundimiento de la divisa turca y empujado a las agencias reguladoras de ese país a limitar el flujo financiero para evitar la huida de capitales. “Los aranceles impuestos por EE. UU. a Turquía responden a intereses de seguridad nacional. Los suyos son una represalia”, afirmó Sanders.
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La funcionaria añadió que incluso si Andrew Brunson es liberado los aranceles al acero turco se mantendrían.
UN NUEVO FRENTE
Esta nueva disputa que emprende Donald Trump en contra de Turquía se suma a las que Estados Unidos tiene abiertas con algunas de las principales economías del mundo, con las que se ha enfrascado en una escalada de tensión con la imposición de aranceles recíprocos.
Pero sumado al tema comercial, Estados Unidos sancionó a compañías rusas y chinas por violar el embargo impuesto a Corea del Norte por su programa nuclear.
El departamento del Tesoro indicó en una nota que la empresa china Dalian Sun Moon Star International Logistics Trading Co y su filial de Singapur exportaron alcohol y cigarrillos a Corea del Norte mediante documentación falsificada.
Asimismo, la empresa rusa Profinet y su director general fueron también castigados por haber ofrecido servicios portuarios a barcos norcoreanos.
El otro gran frente de Trump es el de los posibles aranceles a la importación de automóviles, el cual es el principal factor de tensión entre la UE y EE. UU., al tiempo que podría dañar relaciones con otros países como Corea o Japón.
AFP