Con vítores y fuegos artificiales, El Salvador adoptó hace un año al bitcóin, la criptomoneda más popular, como dinero de curso legal, en una decisión que si bien fue novedosa, ya que se trata del primer Estado en hacerlo, no dejó indiferente a propios y extraños.
(Lea: Criptomonedas: el presente de este mercado en Colombia).
Aunque en un principio el balance fue positivo, a medida que pasó el tiempo la euforia se fue esfumando y la adopción masiva se fue estancando en la incertidumbre.
Entre los datos que deja este primer aniversario, de los cuales el gobierno salvadoreño es bien escurridizo, Chivo, la billetera estatal completa 4 millones de descargas, de acuerdo a las publicaciones realizadas por el mandatario Nayib Bukele, artífice de esta propuesta y quien goza de gran popularidad en la población.
Sin embargo, no se tiene información sobre cuántos usuarios activos posee actualmente la billetera. Vale la pena resaltar que para incentivar el uso de este método, el Gobierno entregó un subsidio equivalente a US$30 dólares.
Esta conmemoración se ve enmarcada en un período en el que el valor de la criptomoneda ha descendido considerablemente desde un aproximado de US$45.000 para septiembre de 2021 hasta los US$18.934 que valoraba la agencia Bloomberg este martes.
Una coyuntura que, al sumarse con la emisión de bonos y la compra de unidades de esta criptodivisa, de acuerdo con las entidades multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, ponen al pequeño país centroamericano contra las cuerdas para evitar un default en sus erosionadas cuentas públicas.
De hecho, de acuerdo con Bloomberg, este historial le brinda a El Salvador ser el primer país de América Latina con el mayor riesgo de incumplimiento de su pago.
“El veredicto está en el experimento bitcóin de Bukele. Se basó en falsas promesas de principio a fin. Un fracaso total”, sentenció contundente el reconocido economista Steve Hanke en un artículo para National Review.
Ahora bien, a modo de aterrizar la realidad sobre la criptodivisa, el Instituto Universitario de Opinión Pública, según una encuesta, reseñó que el 27,3% de los encuestados tiene poca confianza en el activo digital, mientras un 55,5% no tiene ninguna confianza. Es decir, aproximadamente ocho de cada diez salvadoreños no confía en esta criptomoneda.
(Además: ¿Por qué la regulación de las cripto sería un paso obligatorio a dar?).
A renglón seguido, el estudio universitario mostró como el 71,2% de los encuestados se identificaron con la opción de “usar solo dólares, aunque se pueda usar bitcóin” y, en contraparte, el 3,7% mencionó estar interesado en la variable inversa, es decir, solo la cripto en lugar de la divisa estadounidense, que circula en el país desde hace dos décadas.
Por otro lado, según un sondeo de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, el 48% de salvadoreños empresarios, sentenció que la adopción del bitcóin “no traerá inversión ni mejorará la economía”.
El documento también mostró que una vez implementada la Ley Bitcóin, el 77% de los empresarios sigue usando dólares, mientras el 74% de las personas del común proseguirán con la divisa verde.
La otra cara de la moneda
Si bien hay más luces que sombras en este aniversario, también hay un lado de la moneda -virtual- que no se está contemplando, de acuerdo con los expertos.
De acuerdo con la especialista Karen Nieves, el presidente Bukele “tuvo muy buenas entradas en la compra de Bitcoin si hablamos de comprar a bajo precio y sus promedios de compra contra de la devaluación son positivos”.
Agregó que es preciso recordar que “El Salvador está acumulando como reserva de valor” y que su implementación es una puerta de entrada a inversión especializada en el sector cripto.
De hecho, el propio mandatario salvadoreño adelantó la fundación de Bitcoin City, un proyecto urbano relacionado con las criptodivisas.
Por otro lado, Nieves mencionó que uno de los retos para una mayor adopción es la educación digital.
“Si bien se motivó a la población a descargar la billetera (...) no hay un sistema fortalecido en educación y difusión que se esmere por enseñar la utilidad de está herramienta. Son comprensible estás falencias por el tiempo tan corto que lleva ejecutándose”, adelantó.
Desde un punto de vista oficial, el ministro de Hacienda salvadoreño, Alejandro Zelaya, mencionó en agosto que antes de la adopción, el 70% de los salvadoreños “no poseía acceso” a ningún servicio financiero.
De la misma forma, la llegada de visitantes extranjeros al país centroamericano repuntó en un 82% desde la implementación.
Para Juan Pablo Salazar, director legal y de asuntos regulatorios de Ripio, la incorporación de una moneda digital como uso legal “es muy beneficiosa para los países”, sin embargo se debe evaluar el modelo a aplicar.
(Lea: Los activos NFT, la tendencia que atrapa a los artistas).
“Hay que evaluar si el modelo apropiado es adoptar bitcóin o crear su propia moneda, por ejemplo, el peso digital. El último paso es el ideal: permite mayor trazabilidad y mantener las reglas de autoridad por parte del respectivo banco central en cada país”, mencionó Salazar a este diario.
Sobre el futuro, el ejecutivo dijo que para mantener su competitividad, será importante crear una moneda digital. “Es el mecanismo más idóneo que facilitará las transacciones”, dijo.
Roberto Casas Lugo