El presidente ruso, Vladimir Putin, emprende el viernes una gira que debe llevarlo a Cuba, Brasil y Argentina en busca de apoyo latinoamericano en su confrontación con los países occidentales.
El viaje, de seis días, prevé un encuentro con Fidel Castro y luego viajará a Buenos Aires, donde el sábado sostendrá discusiones de índole comercial y energética con la presidenta argentina, Cristina Kirchner, y concluirá su gira en Brasil, donde permanecerá cuatro días.
Allí asistirá a a la final del Mundial de Fútbol y tratará de convencer a empresarios del interés de invertir en Rusia, que sufre una importante fuga de capitales desde el inicio de la crisis ucraniana.
El 15 y el 16 de julio, participará en la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
El periplo se llevará a cabo en momentos de tensión entre Rusia y las potencias occidentales por la situación en Ucrania, donde los combates entre el ejército regular y los separatistas prorrusos del este dejaron unos 500 muertos.
Según analistas, el viaje a un continente considerado tradicionalmente bajo la órbita de Washington constituye un gesto de desafío a Estados Unidos y la Unión Europea, que le han impuesto sanciones a Putin.
AFP