La vicepresidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, quien va camino a convertirse en la primera mujer al frente del banco central de Estados Unidos, es una académica prestigiosa y una de las pocas personas que vio venir la crisis del 2008.
Nacida en Brooklyn (Nueva York) en 1946, en el seno de una familia judía, la probable nueva presidenta de la Fed cuenta con una sobresaliente trayectoria profesional, coronada por su capacidad para prever una crisis que nadie parecía anticipar.
La Fed deja cada cierto tiempo echar un ojo a sus deliberaciones internas, aunque sea con casi cinco años de retraso.
Gracias a las transcripciones de las reuniones de su junta de gobernadores, publicadas a finales de 2012, se conocen las opiniones de sus miembros en los meses previos a la eclosión de la crisis financiera fruto del estallido de la burbuja inmobiliaria, y entre ellas sobresale la de Yellen debido a su acertado pesimismo. “Las posibilidades de una contracción del crédito y la caída de la economía en recesión aparecen como demasiado reales”, afirmó Yellen en diciembre del 2007, cuando era presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, cargo que desempeñó desde el 2004 hasta 2010, cuando pasó a ser vicepresidenta de la Fed.
Meses después, el sistema financiero saltó por los aires, uno de los bancos de inversión más antiguos de Estados Unidos, -Lehman Brothers-, quebró y hubo que rescatar a gigantes como Citigroup o AIG con fondos federales.
Ese acierto fue uno de los puntos de inflexión en la ya de por sí exitosa carrera de Yellen.
Posteriormente, y tras ser ascendida a “número dos” del organismo, se convirtió en uno los principales respaldos en el seno de la Reserva Federal del actual presidente, Ben Bernanke, al poner en práctica el agresivo plan de estímulo monetario conocido como ‘relajación cuantitativa’, a través de la multimillonaria compra de bonos para impulsar la recuperación económica.
Precisamente, en su audiencia de conformación en el Senado la pasada semana, Yellen reiteró su intención de continuar con el legado de Bernanke y mantener las expansivas políticas monetarias mientras la economía estadounidense no muestre una recuperación más consolidada. Es, además, considerada una ‘paloma’ (lo que en la jerga de la Fed significa que se preocupa por el desempleo, frente a los ‘halcones’, más concentrados en controlar la inflación), en un momento en el que el desempleo en el país sigue en niveles excepcionalmente altos.
BRILLANTE ALUMNA, PROFESORA Y ASESORA ECONÓMICA
El desempeño profesional de Yellen está plagado de honores y reconocimientos, y el nobel Joseph Stiglitz afirmó recientemente, al expresar su respaldo a su candidatura frente a la del exsecretario del Tesoro Larry Summers, que había sido “una de las mejores alumnas” en su casi medio siglo de enseñanza.
Doctora en economía ‘cum laude’ por la Universidad de Brown en 1971, ha sido profesora en centros tan prestigiosos como Harvard, la London School of Economics y Berkeley, donde comenzó a dar clase en 1980 y que recientemente le otorgó el título de profesora emérita. Apasionada por la economía, vive rodeada de ella. Está casada con el nobel de Economía y profesor de Berkeley George Akerlof, con quien tiene un hijo. Como colofón a esta extraordinaria carrera, Yellen podría convertirse en breve en la primera mujer en presidir la Reserva Federal, justo cuando el organismo se prepara para celebrar su primer siglo de historia.
WASHINGTON/EFE