La cuesta de enero es un enorme reto, ya que aumentan muchos precios y la gente no recibe ingreso desde antes de Navidad del año anterior y casi que vuelven a recibir dinero a finales del mes, y en 2022 la situación es incluso más intensa por la creciente inflación que viene desde el año pasado.
El cierre de la inflación anual en 5,62% hará que los servicios aumenten este año cerca a este monto y la producción industrial se verá presionada más por el aumento de los salarios por encima del 10%, causando una tendencia inflacionaria que podría llegar incluso al 9% en algún punto del primer semestre, causando un reto en los hogares que verán cómo los precios suben y también lo hacen sus ingresos.
Esta tensión se ve en el ‘Poll’ de Invamer, donde ya estamos en el punto más alto en que las personas dicen que están insatisfechas con su estándar de vida y lo que pueden comprar y hacer, llegando a representar más del 59% de los encuestados, por lo menos desde 2011.
Esta sensación de menor capacidad de compra está causada mayormente por la inflación de alimentos, que afecta más a las personas de ingresos bajos, demostrando lo que ya decía Raddar desde hace meses sobre que más del 50% de las personas estaban comprando menos.
Es muy importante entender bien las cifras del crecimiento del PIB, del comercio y del gasto de los hogares, porque ver crecimientos importantes solo significa que la producción, las ventas y la cantidad de cosas compradas tienen una buena dinámica, pero nunca nos dice si esto beneficia a todos.
Con este dato de Invamer se hace evidente que la gente siente que su bolsillo está golpeado y esto se suma a que el 83% de los encuestados dicen que la economía va mal, pese a estar creciendo el PIB cerca del 9%.
Este semestre veremos una inflación aumentando, una menor creación de empleo formal, aumento de la informalidad, reducción de la rentabilidad de las empresas y posiblemente un freno en las ventas de muchas categorías, sin que esto signifique una caída del gasto de los hogares total, pero sí para muchas familias y personas; y aunque todo parece negativo, el aumento del salario en más de un 10% y el freno de la inflación de alimentos causará una mayor capacidad de compra en algunos hogares colombianos, permitiendo mejores ventas, generación de empleo y mayor recaudo de impuestos, que permitirá una mejor redistribución de recursos.
Parte del problema de la inflación está solucionado y veremos cómo a final de año comienza a moderarse; el reto será la creación de empleo formal, donde el Gobierno tiene la palabra final con los incentivos correctos para las empresas.
Nuevamente, los empresarios salvarán la economía como en 2021.
CAMILO HERRERA MORA
Fundador de Raddar