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Mauricio Reina

Los gemelos

Me refiero al tándem del déficit fiscal y el desequilibrio externo, que tienen en vilo la estabilidad de la economía colombiana.

Mauricio Reina
POR:
Mauricio Reina
diciembre 09 de 2021
2021-12-09 08:56 p. m.
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En estos días en que han empezado a darse los debates entre precandidatos, un tema muy importante ha brillado por su ausencia: el de los déficits gemelos. Me refiero al tándem del déficit fiscal y el desequilibrio externo, que tienen en vilo la estabilidad de la economía colombiana.

La semana pasada el Dane reveló una cifra clave que pasó inadvertida a pesar de su gravedad. En el tercer trimestre de este año, el déficit en la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos rondó el 5,5 por ciento del PIB. Eso significa que la diferencia entre lo que le vendemos y lo que le compramos al mundo es cada vez más negativa. De hecho, este es uno de los mayores déficits externos que ha registrado el país desde 2015, cuando se sintió en toda su magnitud la destorcida de los precios del petróleo, y es el mayor descuadre que se observa entre las principales economías de América Latina.

¿Por qué es grave esta cifra? Por dos motivos: por lo que implica para la economía colombiana, pero también por las causas que la están generando. El que una economía tenga un descuadre externo de tal magnitud implica que debe conseguir cuantiosos recursos para financiarlo, so pena de vernos abocados a una inmensa devaluación si esos recursos llegarán a escasear. Por ahora ese problema no ha sido tan grave, tomando en cuenta que hay abundancia de recursos en el mercado financiero internacional. Sin embargo, a medida que se avecina la reversión de la política monetaria expansionista de los países desarrollados, lo que puede darse en el segundo semestre el año entrante, el acceso a la financiación externa será cada vez más difícil y el impacto del desequilibrio externo sobre la devaluación del peso puede ser mayor.

¿Y cuáles son las causas de este descuadre? Ante todo, el desbalance externo es el resultado del desequilibrio fiscal.

Está claro que las finanzas públicas de todos los países de América Latina sufrieron un deterioro en 2020 a raíz de la pandemia, pero mientras la mayoría empezó a mejorar sus cifras en los últimos meses, Colombia fue uno de los pocos que aumentó aún más su déficit fiscal en el año que termina. Si semejante exceso de gasto del gobierno no se compensa con mayor ahorro de otros agentes económicos, el resultado natural es que parte de ese gasto excesivo se vaya al resto del mundo, deteriorando las cuentas externas.

Pero el desequilibrio externo también es resultado de la lamentable situación de nuestra oferta exportable, como lo ha destacado recientemente la Misión de Internacionalización: nuestras ventas externas siguen concentradas en los productos minero energéticos y no han aparecido sectores novedosos que permitan compensar los efectos nocivos que la caída de la producción petrolera ha tenido sobre nuestras exportaciones.

¿Será que el año entrante los ilustres precandidatos sí empezarán a meterle el diente a estos temas?

MAURICIO REINA
​Investigador asociado de Fedesarrollo

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