La región, conformada por los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena, Sucre, San Andrés, Providencia y Santa Catalina, pese a no ser ajena a los efectos globales ocasionados por el coronavirus y a otros locales como el paro nacional, viene demostrando la resiliencia de su gente, sus empresas y de las industrias que han encontrado en esta zona un punto estratégico.
Y no es para menos. Algunas cifras evidencian su inmenso potencial portuario, su riqueza en recursos naturales, las cerca de 36 zonas francas que posee, sus empresas navieras y su privilegiada ubicación geográfica que la acerca más a Centro y Norteamérica.
Sumado a esto, están sus fortalezas en actividades como agricultura, minería, ganadería, pesca, el turismo, el transporte marítimo y otras más, que hacen de esta región un polo de desarrollo de gran importancia para el país, con una valoración del PIB nacional por $146 billones, lo que representa el 14,5% del total nacional, en 2020.
De acuerdo con cifras del Dane, solo el Atlántico aportó el 4,4% al PIB total de Colombia, es decir $44,9 billones, mientras que Bolívar logró consolidarse como la segunda economía de la costa Caribe, al tiempo que Córdoba registró un PIB de $18,1 billones, siendo la tercera.
En el primer trimestre del año en curso, casi 69 toneladas de productos agrícolas salieron del Caribe colombiano con destino hacia las centrales de abasto de todo el país.
Así, uno de esos sectores referentes y un buen reflejo de la economía de la región Caribe y de Colombia es el portuario pues, como lo explica Lucas Ariza, director de Asoportuaria, los puertos mueven más o menos carga dependiendo de cómo vaya la economía (a mayor demanda más exportaciones e importaciones), al igual que cuando hay recesión también se evidencian los impactos.
Este año, a junio, agrega, que el movimiento de carga por los puertos de Barranquilla venía creciendo un 7% en sectores claves como la importación de acero (que en 2020 había decaído de forma considerable), la exportación de coque (producto que viene del interior), así mismo va en aumento; igualmente en materia de contenedores hay cifras similares a las de prepandemia, lo que significa una clara muestra de cómo se ha venido recuperando la economía en diferentes frentes como el comercial, el de construcción y la logística.
“A pesar de las dificultades que hemos tenido en el último mes con los temas del calado, las cifras del crecimiento de la zona portuaria siguen siendo importantes con respecto al año pasado, aunque crecer comparado con el 2020 es fácil, pero además fue el mejor primer semestre de la historia del movimiento de carga en el puerto.
Esto evidencia la recuperación –que fue relativamente rápida–, de la zona portuaria, que el año anterior decayó como producto del confinamiento”, sostiene Ariza.
Por su parte, Luis Eduardo Blanco Camacho, gerente Regional Caribe de Analdex, recuerda que la pandemia no solamente fue un hecho que involucró al mundo entero, sino que también venían unos procesos de tipo legal, en especial en el tema del carbón y del petróleo, que llevaron a que las ventas del primero declinaran, por lo que considera que el Caribe debió haber pensado en buscar unas nuevas estrategias para uno de los productos más importantes del sector exportador, mientras que por el lado del petróleo en algo está ayudando la franja de los precios internacionales, que permitirían mantener las ventas externas del crudo.
“Lo que hemos visto es que ha comenzado a incentivarse aquello que a su vez se venía trabajando desde hace algún tiempo y que tiene que ver con todos estos temas virtuales, en especial lo de los call centers, los BPO; en términos generales, podríamos tener la gran posibilidad frente a las nuevas formas de hacer negocios internacionales, aun cuando hace falta todavía un poco su desarrollo”, afirma el directivo, al tiempo que indica que le están apuntando a la búsqueda de alternativas, donde aparece algo como Arena del Río’, vital en materia turística y de conciertos.
De la misma manera, opciones de cara al futuro como los desarrollos de software y otras relacionadas con la virtualidad, que permiten aprovechar la conectividad existente a través del cable submarino, especialmente el departamento del Atlántico, que es lo que él observa como mecanismo de resiliencia en la región Caribe, en tanto que puntualmente sobre el departamento del Magdalena dice que aún mantienen su atmósfera con referencia a la agroindustria, y en especial con el carbón, del cual cree que se debería pensar en nuevos mercados o en buscar diversificación de la oferta exportable.
Con relación a las expectativas, el director de Asoportuaria dice que para este segundo semestre –teniendo en cuenta que el primero estuvo afectado por otros dos picos de la pandemia– se espera que esto no vuelva a ocurrir o que por lo menos la economía se siga reactivando y que el remate de este 2021 sea muy bueno, con un gran movimiento, también debido a que las dificultades que tienen con el calado se vienen superando con el dragado (que debe continuar hasta diciembre), y que este año sea histórico para la zona portuaria de Barranquilla.
Durante la Asamblea anual de afiliados de la Andi, organizada por la Seccional Atlántico – Magdalena, en Barranquilla, el presidente de esta entidad, Bruce Mac Master, hizo un análisis de la situación socioeconómica del país y manifestó, con respecto al PIB, que julio fue un mes dinámico y que se espera que, si nada extraordinario ocurre, Colombia pueda crecer por encima del 5% en 2021, como pronostican distintos centros de pensamiento.
También resaltó que entre enero y mayo, en comparación con esos meses de 2020, la producción del Atlántico creció 24,5%, ubicándose en el puesto número tres del país y por encima del total de la industria, que fue del 15,1. Mac Master, así mismo, señaló que durante los cinco primeros meses de 2021, las exportaciones de ese departamento crecieron 32,1% frente a igual lapso del año anterior.
Sin embargo, el panorama en el Magdalena fue distinto, pues las ventas externas cayeron 5,4%, comparando los mismos periodos.
A su turno, fuentes de ProColombia revelaron que el Caribe ha realizado un aporte importante a la reactivación económica segura del país, en exportaciones no mineras y que, con base en cifras del Dane, entre enero y mayo de este año estas ventas internacionales crecieron 28%, hasta llegar a USD$1.704,9 millones.
En tanto que en ese mismo lapso, Bolívar tuvo ventas externas por US$820 millones, es decir 41,4% más que en igual del año anterior cuando alcanzaron los US$580 millones, lo que significa un 8,2% de participación con respecto al total (US$10.058 millones).