Alejandro Pérez-Reyes, gerente operativo del Grupo Credicorp de Perú, conversó con Portafolio sobre la tercera edición de la encuesta de inclusión financiera en América Latina.
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¿Cuál es la conexión entre investigar sobre la inclusión financiera de América Latina y la preocupación por la sostenibilidad de un grupo como Credicorp?
Replanteamos en el 2020 nuestra estrategia de sostenibilidad y decidimos ponerla bien al centro de la forma en la que hacemos las cosas. La inclusión financiera se volvió una de las partes principales de lo que queremos hacer.
A nivel de las sociedades y países conforme aumenta la inclusión financiera tiene relación muy alta con mejoras en el PIB, la reducción de la pobreza e incluso disminuciones en índices de corrupción.
Uno empieza a ver cambios muy interesantes, entonces siendo algo cerca nuestro corazón donde podemos tener un impacto siendo un grupo financiero importante en la región nos hacía todo el sentido.
Un estudio como este nace porque es difícil impactar cosas que no se miden, que no se tienen. Decidimos trabajar en este índice con Ipsos para poder guiarnos y como aporte a los que tienen interés en avanzar en el tema.
¿Qué avances o retrocesos identificaron desde la época de la pandemia?
Cuando uno compara 2023 contra 2021 hay un salto bien importante. Lo atribuimos en gran medida también a la pandemia, haciendo un impulso en la inclusión financiera con todos estos métodos digitales y otras opciones que tomó la gente dada la realidad entre el 2022 y el 2023.
A nivel macro no se ve un salto tan grande, se sigue mejorando y sí ha habido una mejoría en el índice, pero ligera, digamos que estamos en la dirección correcta.
Inclusión financiera no es, desde nuestra óptica, simplemente que una persona tenga un producto en una institución financiera. La cuenta en la que le van a depositar el salario: Si bien, ahí tiene una relación con el sector financiero, no necesariamente es una relación que impacte positivamente su vida por ponerlo de alguna manera.
Es importante pensar en inclusión financiera como algo que tiene un impacto en la vida y que esa relación empieza a generar un bienestar y para eso medimos tres categorías: el acceso, el uso y la calidad. Este es un estudio del lado de la demanda, o sea, se le preguntó a las personas, no desde el lado de la oferta.
Todas han mejorado ligeramente. El uso es el que está más atrás. Si todas están arriba de los 40 puntos, uso está en 26. Por cierto, 100 sería perfecto, pero dentro de la muestra el índice en total está alrededor de 45,5. Vemos una tendencia positiva, pero hay espacio para mejorar y está el tema de uso que hay que ver cómo logramos que mejore para que tenga ese impacto que queremos, en la vida de los usuarios.
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¿Qué otros hallazgos a nivel regional se vieron?
Continúa la aceleración de las billeteras digitales en todos los países y Colombia es el que más ha avanzado en eso, la verdad que es un número muy interesante, pero esto lo vemos en todos.
Ese es el que más ha cambiado con una tendencia muy fuerte de mejoría. Hay un ligero retroceso, pero a mí más me preocupan los niveles en los que está en la parte de la confianza, y eso es un tema importante porque mayor confianza genera mayor uso.
Ese es otro tema que tenemos que ver, pues uno mira la data y luego tiene que fijarse en lo que está detrás y entender qué puede haber causado los movimientos.
Lo más importante es que las billeteras electrónicas continúan siendo un factor bastante bueno de inclusión.

Alejandro Pérez-Reyes gerente operativo del Grupo Credicorp de Perú
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¿En Colombia cuáles serían los principales hallazgos?
El resultado de Colombia es prácticamente el mismo que el promedio de la región con el 45,6 y la región de 45,5, es básicamente muy parecido. Tiene una mejora en acceso que es mayor que la de otros países de la región, es decir, los colombianos no tienen dificultad en acceder a los servicios financieros. En el tema de uso es parecido a los otros, pues también está más en los 20 y es un reto.
Tiene las mismas brechas y con eso que quiero decir que cuando se mira la población hay una diferencia importante entre el nivel de educación, mientras más educado, mayor inclusión y viceversa.
En materia de género los hombres están más incluidos que las mujeres, donde hay más acceso a internet hay una inclusión mucho mayor, pues están muy relacionados a las billeteras. Entre lo rural y lo urbano, este último es mucho más incluido financieramente, entonces esas brechas se repiten en todos los países.
En el tema de las billeteras electrónicas, es muy bueno el resultado de Colombia pues el 61% de las personas usan billeteras electrónicas, eso es el doble del promedio el promedio que es 30 o 31 %.
Además, un 51 o 52 % menciona usarlas de manera cotidiana, de manera seguida y la calidad percibida es más del 60 % considera que tiene una buena calidad la parte de las billeteras.
¿Qué factores están detrás del crecimiento de las billeteras digitales y cuál es el poder para mejorar la inclusión financiera?
La pandemia inició una tendencia porque mucha gente no aceptaba efectivo. Se forzó un cambio y acompañado de los teléfonos inteligentes. El reto es pasar de la transferencia a servicios públicos, ahorros y créditos y productos adecuados (Suitability).
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¿Qué es Credicorp en Colombia?
Tenemos Mibanco especializado en microfinanzas y Credicorp Capital que está en el lado de mercado de capitales, administración de activos y gestión patrimonial. Creemos en Colombia y en su momento nos expandiremos.
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