Carro, casa o beca. Con este dicho, se resumen los bienes con los que todos sueñan. Sin embargo, con el tiempo estos deseos han variado tanto como las opciones que ofrecen entidades bancarias para ayudarnos a conseguirlas.
Hoy, unas merecidas vacaciones, un computador o electrodomésticos para dotar nuestra cocina también entran en la lista de bienes de primera necesidad.
Sus costos suelen exigir un esfuerzo de nuestros bolsillos que no siempre podemos realizar, pero la necesidad de obtenerlos no da espera, y es entonces cuando pensamos en pedir ayuda financiera.
Los créditos de libre inversión son una buena alternativa al ser de libre destinación, como su nombre lo indica. Son préstamos que se otorgan desde un millón hasta 500 millones de pesos, con plazos que oscilan entre 6 y 180 meses y condiciones que cada entidad financiera establece. Aunque la mayoría de estas entidades o bancos presta el dinero a tasas fijas, hay algunas que lo hacen con tasa variable.
Estas representan intereses que rondan entre 9 % y 30 % anuales, seguros de desempleo e incapacidad temporal, y, en algunos casos, costos asociados.
De hecho, el portal web Banlínea ofrece detalles de los créditos disponibles en las mayorías de entidades bancarias que operan en el país. Allí, usted podrá observar, productos, tasas y plazos para que investigue, compare y decida cuál es su mejor alternativa.
¿QUÉ HAY QUE TENER EN CUENTA?
A la hora de evaluar con quién solicitar el crédito, la tasa de interés no debe ser el factor que más pese en su decisión. La entidad elegida debe contar con amplio portafolio de productos, canales y servicios que le permitan contar con ella a lo largo de su vida crediticia y en el logro de sus metas.
También debe asegurarse de que todas las condiciones y características del crédito que ofrece la entidad satisfagan completamente sus necesidades.
Pero no todos pueden acceder a este tipo de préstamos. Si usted no devenga un ingreso fijo como empleado, pensionado o independiente, que además sea superior a un salario mínimo, puede que la entidad no se lo conceda.
Además de este requerimiento, también podría dificultarle la gestión del préstamo el hecho de que usted no tenga un buen hábito de pago con sus otras obligaciones financieras.
Para los bancos también es importante que pueda justificar y soportar los ingresos que les está reportando. De este modo, facilitará el análisis que realizarán sobre su capacidad de pago. En este punto es fundamental su honestidad: este es un estudio que debe hacer antes de acudir a una entidad. ¿Está usted en capacidad de cumplir con el monto de las cuotas que le exigirá este crédito?
Revise con cuidado sus finanzas, a corto y mediano plazo, pues nadie mejor que usted para saber si no tendrá problema en cumplir con los pagos que le van a exigir.
Antes de estos cuestionamientos, hay una pregunta incluso más importante a resolver para no dar pasos en falso: ¿para qué quiere el préstamo? Analistas de Bancolombia aseguran que este tipo de créditos están hechos para bienes considerados una necesidad básica. Pero una forma errónea de invertir este dinero son artículos de lujo que solo responden a satisfacer deseos.
Los expertos consultados aseguran que es común que los ahorros no sean suficientes para respaldar las inversiones que se quieren realizar pagando de contado y que, por ello, este tipo de créditos resultan ser concurridos.
LOS BENEFICIOS
Además de darle la oportunidad de adquirir lo que sueña, aunque no tenga el suficiente ahorro, los créditos de libre inversión cuentan con otros ‘bonus track’ que debería tener en cuenta.
Con estos préstamos, se puede generar un buen historial de pago en el sistema financiero, lo que le permite contar con buenas referencias bancarias que respaldarían sus proyectos futuros con otros préstamos.
Al comprometerse con ciertas fechas de pago y montos de dinero, está demostrando su compromiso y sentido de responsabilidad. En una próxima oportunidad, estos elementos le darán más confianza a cualquier entidad para otorgarle préstamos o ayudas financieras.
Este tipo de créditos también le permiten tener una relación más estrecha con la entidad bancaria elegida, la cual lo acompañará en el logro de sus metas.
Cuando se meta en un crédito de libre inversión, no olvide que, a partir de ese momento, está escribiendo su historia y, seguro, los bancos y otras entidades financieras querrán seguir haciendo parte de ella si su comportamiento es correcto.
Ahora sí pregúnteses: ¿Para qué necesito ese dinero que voy a tomar prestado?