En Colombia, ser propietario de una vivienda es algo cultural, que ha pasado de generación en generación. Sin embargo, algunos analistas consideran que el arrendamiento también cuenta.
Andrés Blanco, especialista en desarrollo urbano y vivienda del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), recreó para internet un diálogo en el que él asume los dos papeles: el de promotor del alquiler y el de impulsor de la idea de ser dueño.
–Los gobiernos deben promover la cultura de la propiedad. Así la sociedad será próspera y estable.
–¡Ah sí! ¿Entonces cómo se explica que en Suiza, uno de los países más prósperos y estables, siete de cada diez familias alquilen?
–Puede ser el reflejo de las particularidades de su mercado inmobiliario. En Singapur, también próspero y estable, casi el 90 por ciento es propietario.
Con esto, Blanco demuestra que “no es cuestión de comprar o alquilar, sino de comprar más alquilar”. Portafolio habló con él sobre el tema.
¿Qué opina de la idea de querer ser dueños?
No es una meta exclusiva de América Latina o el Caribe; en Estados Unidos (EE. UU.) y Europa también hay una cultura arraigada. Sin embargo, no siempre conviene y solo vale cuando se asume en las condiciones que uno puede y quiere.
¿Cuándo?, ¿luego de agotar etapas, sobre todo entre los más jóvenes?
Sí. En hogares encabezados por jóvenes entre 15 y 39 años, el 50 por ciento alquila vivienda. En muchos casos tienen los recursos para comprar pero no es el momento, ya que al ser joven hay cosas por solucionar que aplazan la inversión.
Entonces, ¿por qué prefieren el alquiler?
Porque ofrece una solución en el corto plazo, más flexible. Por ejemplo, permite moverse en las ciudades, en el trabajo y evita los costos de transacción que implica la compra.
Siendo válidas las dos alternativas (compra y arriendo), ¿qué papel debería asumir el Gobierno?
El de gestor de políticas para ofrecer opciones, con el fin de que la gente elija.
A propósito de políticas, el Gobierno colombiano quiere incentivar a los empresarios del sector a construir para alquilar. ¿Qué experiencias exitosas hay en la región?
En muchos países, entre ellos EE. UU., los fondos de inversión operan proyectos con ese fin; los constructores no lo hacen tanto.
Más de la tercera parte de la vivienda de alquiler es operada por agentes comerciales institucionales muy grandes, que obtienen economías a escala muy interesantes. Incluso, en Europa se combina con subsidios, sobre todo para vivienda social. Poco se hace en América Latina y el Caribe; quizás en México y República Dominicana, pero para alta gama.
En Colombia se propone que los constructores hagan los proyectos y, además, los arrienden y administren. ¿Qué opina?
Conozco ejemplos de constructores que se limitan a edificar y, como expliqué antes, a fondos y operadores adquiriendo los inmuebles para comercializarlos. No quiere decir que no lo puedan hacer, pero hay que crear las estrategias para ello.
Atada a esta idea, Asobancaria propuso que las personas habiten las viviendas, por ejemplo, durante tres años, y luego, tras evaluar que pueden ser sujetos de crédito, le apuesten a ser propietarios en otro proyecto, no en el que habitaron en arriendo.
Interesante e innovadora la idea. Serviría para solucionar la situación, especialmente de los hogares jóvenes. Así, el alquiler se usaría para ahorrar y tomar la decisión de compra después; también es posible subsidiar el canon de arrendamiento.
¿Qué opina del ‘leasing’ habitacional o arriendo con opción de compra, en este caso para ser dueños del inmueble que habitan? En el país usa pero en los estratos medio y alto.
Interesante porque les soluciona un problema a quienes no tienen muchos ingresos. Les permite hacer historial crediticio y ser propietarios.
¿Y para vivienda social?
Se podría ajustar, ¿cómo?, articulándolo con los subsidios de vivienda para que, en algún punto, al hacer el contrato, el auxilio se aplique.
AJUSTES PARA LA RESTITUCIÓN DE INMUEBLES
En Colombia, la idea de que los constructores edifiquen para alquilar y, además, administren la propiedad ha tenido resistencia. El motivo: la demora en la restitución de los inmuebles por parte de los inquilinos incumplidos. Para Andrés Blanco, “es un tema que se debe solucionar si se quiere impulsar el mercado de alquiler. Aun así, según datos que tengo, pasó de cuatro y cinco años a uno. Ese mismo tiempo era el de Ecuador y Perú”.
Gabriel E. Flórez G.
Economía y Negocios