Este tema sigue en continuidad editorial con lo tratado la semana anterior sobre transformación empresarial, en cuanto a ‘autogestión’. Se explicaba cómo las personas que son capaces de autogestionarse logran resultados duraderos e impactantes en las organizaciones.
Ahora, hablaremos de la ‘automotivación’, buscando transformar la obligación en pasión.
Cuando la angustia, el inconformismo y hasta el desánimo llegan, dice Ana María Afanador, consultora de People Excellence Consulting Colombia, “debemos preguntarnos qué podemos hacer y qué actitud asumir”.
Afanador indica que las personas deben estar enfocadas en trabajar en la potencialización de su talento para brillar y tener una gran capacidad de autoconocimiento que le permita identificar sus motivos.
Y es que la práctica, positiva por demás, tiene un gran impacto en la innovación y la creatividad. “Algunas personas son extremadamente creativas e ingeniosas, brillantes con sus ideas, pero les cuesta trabajo ejecutarlas; esto es debido a que seguramente les falta algún factor interno de motivación”, sostiene Afanador.
Ahora bien, se debe tener claro que el reconocimiento debe venir de nosotros mismos, así ni el empleado ni la organización están pendientes de ello, sino que conocen su potencial, sus fortalezas y hasta sus debilidades, para actuar de manera responsable, sin necesidad de supervisión o de que le reconozcan sus cualidades.
“Las personas, al mantener el ánimo alto, ignoran los choques emocionales y se impulsan a la interacción. Por ende, no hay obstáculos ni dificultades que puedan superar el foco o el objetivo de nuestros propósitos”, dice la experta.
Además, puntualiza que cuando se está motivado, la adaptabilidad a los cambios constantes es más llevadera, por lo tanto las organizaciones mejoran debido a que hay mayor disposición al crecimiento y rapidez en el aprendizaje, y se fortalecen las relaciones laborales.