Los microcréditos se están convirtiendo en una opción financiera para aquellos ciudadanos que no tienen la posibilidad de acceder a los productos tradicionales del sistema financiero. Según un estudio de Asomicrofinanzas, gremio que promueve la inclusión financiera y social en el país durante el 2018, la cifra desembolsada por las empresas que se dedican a prestar bajos montos de crédito creció en 91.000 millones de pesos, alcanzando una suma de 9,8 billones de pesos.
El fácil acceso a este tipo de productos ha influenciado su crecimiento. Sin embargo, esto también ha generado que algunos usuarios, por desconocimiento, soliciten sin mesura este tipo de créditos y que sus finanzas personales se vean afectadas.
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Por ello, en Portafolio.co explicaremos qué es este producto y cuáles son sus pros y sus contras.
¿QUÉ ES EL MICROCRÉDITO?
Básicamente el microcrédito es un sistema de crédito que se crea para generar mayor acceso a flujo de dinero por parte de cualquier tipo de cliente. De acuerdo con David Nieto, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad El Bosque, es “importante entender que este tipo de producto está enfocado para aquellas personas que no tienen acceso a los productos tradicionales, ya que no cumplen los requisitos para recibir un préstamos por parte del sistema financiero tradicional”.
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Según la Superintendencia Financiera, los montos de estos préstamos son máximo de 25 Salarios Mínimos Legales Vigentes, cuyos créditos pueden ser otorgados por el Estado o por entidades financieras.
También se debe tener en cuenta que este esquema de préstamos es un financiamiento creado para impulsar proyectos que ya han iniciado o están listos para hacerlo teniendo una proyección y para mejoras de microempresas.
LO BUENO
Para Nieto, dentro de los beneficios que tienen estos productos están la facilidad de acceso, ya que cuentan con menos filtros para su aprobación. De igual manera, promueven los negocios potenciales de pequeños empresarios, lo cual genera mayores oportunidades.
Otro beneficio está relacionado con las tasas de interés. Según Nieto, el microcrédito ofrece una tasa de interés más baja que los productos de crédito tradicionales. Cifras de la Superfinanciera con corte a marzo revelan que la tasa de interés de un microcrédito, que tenga como plazo de pago de entre un mes y un año, está entre el 20% y el 50%. Cabe aclarar que esta varía según la entidad financiera.
Adicional, este tipo de créditos se desembolsan de acuerdo a la capacidad de pago de quien lo solicita, lo que permite evitar el sobreendeudamiento dado que se ajusta a la capacidad de pago del cliente.
LO MALO
A pesar de ser un producto pensado para que los clientes puedan pagarlo, uno de los problemas que trae el microcrédito es, según Nieto, el incumplimiento de las cuotas debido a que los intereses pueden variar según las entidades. “Adicionalmente siempre es importante ajustar los sistemas de crédito a una buena planeación financiera teniendo en cuenta ingresos percibidos mensual y ser conscientes de la capacidad de endeudamiento”, señaló el experto.
Otra desventaja es cuando el microcrédito es destinado a otro tipo de propósito, ya que algunos usuarios cuando cumplen los requisitos para que les desembolsen el préstamo lo invierten en actividades de consumo que no le generan ganancias, por lo tanto, no hay crecimiento y mayores ingresos en su micro empresa o emprendimiento, que es el objetivo principal de un microcrédito.