La Universidad de los Andes en el marco del Congreso Colombiano de la Construcción 2022 reveló el estudio ‘Evaluación del impacto del Programa Mi Casa Ya’, que dejó en evidencia la importancia de este subsidio a la hora de adquirir vivienda en el país, gracias a este, siete de cada 10 compras de vivienda nueva en Colombia son de interés social.
(¿Qué pasa con el ahorro pensional si el afiliado o pensionado fallece?).
En su intervención la profesora María Del Pilar López Uribe de la Universidad de los Andes, quien estuvo al frente del análisis, en compañía de Albert Saiz, director del Laboratorio de Economía Urbana, señaló que si bien es un programa que ha permitido mayor accesibilidad a una unidad habitacional para hogares en situación de vulnerabilidad, los recursos no están distribuidos de manera equitativa. Y es que el subsidio, según Ministerio de Vivienda apenas llega al 29% de los municipios del país.
“En nuestro análisis encontramos varios impactos no solo en el hogar, sino también en la empleabilidad y la formalidad, acceso a educación, entre otros”, señaló.
Para poder acceder a vivienda de interés social y a su vez al subsidio de Mi Casa Ya, según el estudio la oferta disponible se ha alejado de las grandes urbes por el costo del suelo, dando como resultado que la demanda de vivienda VIS a las afueras sea una la dinámica inmobiliaria más predominante.
“Al tener vivienda a las afueras, se está más lejos de la actividad económica, lo que hace que las familias tengan que compensar eso mediante activos de transporte como carros y motos que puede afectar, a largo plazo el medio ambiente, por eso hay que pensar las ciudades de manera organizada”, recalcó la docente.
(Déficit comercial creció con Brasil y México en agosto).
Ahora bien, aunque la compra de vivienda mediante alivios financieros limita conseguir un predio que satisfaga todas las necesidades (cosa que debería repensarse según López), los beneficiarios del programa, por ejemplo, hacen parte del cierre de la brecha habitacional que existe en el país.
Además tienen una probabilidad menor de encontrarse en déficit cuantitativo debido a reducciones en el déficit por cohabitación y en el déficit por hacinamiento no mitigable y en déficit cualitativo con respecto a los hogares habilitados por reducciones en el déficit por hacinamiento mitigable y el déficit por alcantarillado.
El acceso a la vivienda digna entonces, da como resultado que no solo menos carencias de infraestructura sufran las familias beneficiarias, sino a su vez, los hogares cuenten con la facilidad de poder tener servicios públicos, como lo es internet (aumento del 55,9%).
“Tenemos una preocupación sobre la desfinanciación, es un programa muy bueno, es gravísimo que se desfinancie y el presupuesto para el otro año se esté reduciendo, no solo es el acceso a vivienda, es todo lo que hay detrás, por eso es tan grave”, resaltó la docente López.
Paula Galeano Balaguera
paubal@eltiempo.com
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