“En agosto del 2016 alguien ‘apagó el interruptor’ y el ritmo de los negocios inmobiliarios se moderó. Sin embargo, este año, durante el mismo mes, la tendencia a la baja se quebró”.
Esa es la lectura que el presidente de Ospinas & Cía., Juan Pulido, le da al negocio de bienes raíces en el país, especialmente a los mercados de oficinas y usos logísticos. Con este entorno, el directivo prevé un crecimiento de dos dígitos en los ingresos, que es positivo en medio de las eventualidades del mercado. En cuanto a las utilidades, espera que la empresa pase el punto de equilibrio con miras a lo que viene en los próximos tres años.
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Recientes estadísticas sobre ventas de vivienda, donde ustedes tienen proyectos, mostraron una menor dinámica. ¿Cómo ve este mercado?
La proyección de ventas es optimista para el cierre del año. Aunque esta oferta también sufrió, una buena noticia fue el desempeño de la vivienda de interés social (VIS).
Por ejemplo, lo que ha sucedido entre cotizaciones y separaciones evidencia esa tendencia, pues hay más gente haciéndolo. Incluso, después de julio los segmentos medio y alto (no VIS) han estado mejor; de hecho, tenemos dos proyectos en la Costa de estratos 5 y 6, y reaccionaron en julio y agosto, tras la estacionalidad del primer semestre.
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Ospinas & Cía. es muy fuerte en otros usos (hotelería, comercio...) ¿Cómo van esos negocios?
En centros comerciales que desarrollamos y operamos, las ventas y los arriendos a los mismos comerciantes y, en algunos casos, a personas naturales, han tenido una reacción positiva. No es una tendencia, pero sí la identificaría como un hervor. Creo que el final del año nos confirmará si es el inicio de la recuperación definitiva. Por otra parte, creo que los segmentos de hotelería e institucional serán los últimos en retomar la confianza.
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¿En centros comerciales aún hay espacio para crecer?
La situación de este mercado se resume en que las compañías que desarrollaron centros comerciales sin capacidad se están estrellando, por decirlo de alguna forma. Sin embargo, vale reconocer que el negocio se ha especializado y lo que se hace, en su mayoría, es muy bien evaluado.
En nuestro caso, tenemos Cartagena Plaza Bocagrande; Ventura Terreros, en Soacha, al sur de Bogotá, y Alegra, en Barranquilla, entre otros, con ritmo de ventas quizás moderados, pero estables.
Lo cierto es que debemos estar en línea con lo que pasa en el mundo, ya que los productos destinados a comercio han cambiado para convertirse en inmuebles de uso mixto, con espacios para el entretenimiento y hasta el coworking, y el inversionista ha asimilado esto.
Y el uso mixto que incluye hoteles...
Hay varios negocios así. La clave está en contar con buenos operadores y locaciones. Con esto resuelto, el activo se multiplica por tres.
¿Cómo han evolucionado los modelos de negocios?
La estructuración de todos los productos ha evolucionado. Por ejemplo, tenemos contacto con fondos inmobiliarios que llevan varios años de trabajo con inversionistas y que, en muchos casos, son dueños del centro comercial.
El valor agregado que tienen estos vehículos de inversión al contactar a Ospinas es que, primero, no somos constructores sino que estructuramos, promovemos y desarrollamos productos y eso, precisamente, es lo que necesitan. También nos buscan grupos empresariales con activos improductivos, corporaciones, etc. que nos confían sus negocios porque sabemos orientarlos y decirles cuándo entrar y salir.
¿Qué cabida tienen las alianzas para impulsar nuevos proyectos?
Las alianzas de hoy son incluso con antiguos competidores. Por ejemplo, en desarrollos comerciales, buscamos que además del comercio, se sumen activos representados en proyectos de vivienda. Y, más allá de los fondos, la estrategia con los competidores consiste en cruzar fuerzas a través de activos que estructuran ellos o viceversa para lograr beneficios mutuos.
¿La inseguridad jurídica, de la que se ha quejado el gremio constructor, los ha afectado de alguna forma?
En el día a día manejamos, administramos y hacemos lo mejor posible con el entorno jurídico que tenemos. Aunque compartimos lo que dice el gremio, nuestra prioridad es movernos con lo que tenemos. Lo cierto es que donde haya corrupción no entramos y donde haya complejidades jurídicas, tampoco.
¿Hay planes de incursión en el exterior?, ¿Y el mercado local?
Con el tamaño del mercado colombiano por ahora no tenemos estrategias en el exterior. Localmente, y a propósito de los municipios aledaños a Bogotá, no es posible que no exista un área metropolitana como la tiene Medellín.
Necesitamos incentivar la renovación urbana para no ‘comernos’ la Sabana, pero aún no hay incentivos para eso. Se requiere de una escala normativa y más agilidad. En el país vemos potencial en Barranquilla, Cartagena y Santa Marta para hotelería y vivienda. Allí, nuestra presencia es robusta y en septiembre lanzamos un proyecto residencial. Igualmente, en Medellín tendremos otro. Nuestra decisión es entrar y permanecer allí.
MÁS ANÁLISIS DE MERCADO
Aunque el presidente de Ospinas & Cía., Juan Pulido, reconoce que el potencial del país es grande en materia inmobiliaria, también advierte que “hay que trabajar en el mercadeo estratégico. El sector adolece de un análisis de mercado más robusto, que no esté centrado solo en las empresas locales, que, a pesar de lo vigorosas, necesitan más innovación. Es clave que como gremio y sector, se trabaje más para hablar el lenguaje de las multinacionales, porque la globalización es cada vez mayor”.
En Twitter: @GabrielFlorezG