Generar proyectos sostenibles ambientalmente se ha convertido en una necesidad para las constructoras, en un mercado donde el valor agregado es uno de los principales determinantes para realizar una compra, sobre todo, porque estas representan reducciones en el consumo de servicios básicos.
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Aunque si bien existe la teoría de que construir de manera ambientalmente responsable podría ser más costoso, lo que repercutiría en los precios finales de los inmueble, la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol) asegura que este modelo contempla un esquema de negocio basado en la eficiencia de costos, por ende no presenta alzas significativas.
Sin embargo, “si se incluyen desde el diseño y la implantación del proyecto la mayor cantidad de medidas pasivas, se logran eficiencias importantes que pueden compensar algunos de los sobre costos posibles a incurrir”, señala Edwin Chirivi, presidente (e) de Camacol.
De esta manera, los compradores, por un valor no muy superior al habitual, podrán incluso a llegar a tener ahorros de hasta el 20% en servicios de agua y energía, además generar una valorización importante al inmueble.
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Desde el año 2017, Camacol expide a proyectos de esta categoría la Certificación Edge (excelencia en diseño para una mayor eficiencia, por sus siglas en inglés) que ya acumula 500 proyectos de edificación con este aval de sostenibilidad, los cuales representan 9,8 millones de metros cuadrados en 130.000 unidades de vivienda aproximadamente, donde el 73% de ellas son viviendas de interés social, permitiendo reducir emisiones en más de 90.00 toneladas de CO2.
Para lograr una certificación de este tipo, los proyectos deberán cumplir con un ahorro mínimo de 20% de energía, 20% en agua y 20% en energía incorporada en los materiales en el edificio.
“Sin embargo, las construcciones que obtienen ahorros de energía superiores al 40%, con ahorros de agua y energía incorporada en materiales de al menos 20%, se les reconoce como EDGE Advanced un reconocimiento superior y de mayor acreditación”, remarca el gremio de construcción.
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Con este horizonte, el sector vivienda planea seguir avanzando en esta línea que se convierte en uno de sus productos más representativos en los próximos años.
“La prospectiva en este tema de sostenibilidad es expandir la capacidad del sector para generar edificaciones verdes y lograr una meta al término del año 2024 en la cual el 40% del total de metros cuadrados construidos, de un scope - el área referente al 60,7% del total de metros cuadrados de 97 ciudades y municipios que integran el conjunto de información disponible determinado para esa fecha, cuenten con la certificación Edge”, señala Camacol en sus proyecciones.
Al respecto, Chirivi destacó, que ésta es una gran revolución para el sector constructor y se deberá trabajar para no solo lograr esta meta a nivel vivienda, sino en general en las construcciones del país.
“El camino para lograr la meta de 40% en 2024 es seguir trabajando en las regiones, sumando actores de la cadena de valor, integrando a los consumidores y desde luego formando expertos y capacidades empresariales para que la sostenibilidad deje de ser una opción y se convierta en un deber corporativo con el país y el medio ambiente”, remarcó el presidente del gremio.
Algunos proyectos que destacan por contar con esta certificación son el edificio de Investigación y Laboratorios de la Facultad de Ingeniería de Universidad Javeriana y el LLP Latam Parque Logístico Calle 80.
PAULA GALEANO BALAGUERA