Ante la creciente demanda de pasajeros aéreos que tiene el país, sobre todo en el aeropuerto El Dorado, el Gobierno tiene pensado construir un Dorado 2. Sin embargo, las aerolíneas creen que ese no es el camino, en el corto plazo, para aumentar la capacidad aérea de la capital.
En el marco del Global Media Day, organizado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata, por su sigla en inglés), en Ginebra, Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas del gremio, le dijo a este diario que la construcción de un segundo aeropuerto –en las afueras de Bogotá– no debe ser prioridad para el país en estos momentos.
“No estamos de acuerdo con el aeropuerto El Dorado 2. Si logramos ampliar la terminal actual, construir una tercer pista, y que la Fuerza Aérea se pueda mover a otro aeropuerto, podremos crecer hasta los 90 millones de pasajeros para el 2030. Además, podremos tener una terminal que pueda mover tráfico en los próximos 25 años”, aseveró el representante gremial.
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Según Cerdá, aunque este nuevo aeropuerto podría resolver una necesidad creciente de demanda, no debe ser en este momento la prioridad. “Creemos que no es necesario porque lo que se puede hacer es optimizar la operación del aeropuerto y organizar mucho mejor el espacio aéreo”, explicó.
En cuanto a la construcción de la tercera pista, Cerdá resaltó que eso podría darle una capacidad a la terminal aérea actual de unos 70 millones de pasajeros anuales.
Para construir esa tercera pista, la propuesta del gremio, que reúne a gran parte de las aerolíneas del mundo, es que se traslade la operación del Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam), ubicado en los alrededores de El Dorado, a otra zona. “Es la oportunidad para el gobierno del presidente Iván Duque se asegure de que la aviación militar tenga una infraestructura adecuada y otro aeropuerto”, manifestó el directivo de la Iata.
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Cabe recordar que en la pasada administración, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) dejó listos los estudios y diseños para la construcción del aeropuerto El Dorado 2, que estaría ubicado entre los municipios de Madrid y Facatativá, en Cundinamarca.
De acuerdo con los estudios realizados por la ANI, la primera etapa de construcción de esta terminal sería de $3,5 billones y contaría con una pista, calles de rodaje, plataforma, terminal de pasajeros e instalaciones de carga y mantenimiento de aeronaves, entre otras cosas. En el primer año esta terminal tendría la capacidad de hacer 71.000 operaciones por año y podría ser utilizada para la movilización de pasajeros que viajen con aerolíneas de bajo costo, como Wingo o Viva Air Colombia.
LOS DESAFÍOS
Además de dar su perspectiva de las inversiones en un nuevo aeropuerto para Bogotá, la Iata también dio su visión del sector de transporte aéreo en Colombia.
Para Alexandre de Juniac, CEO de la Iata, el país ha hecho un buen trabajo en invertir en terminales aéreas, pero todavía queda mucho trabajo por hacer para mejorar el desempeño. “Creemos que El Dorado y otros aeropuertos lo están haciendo muy bien. La situación económica va bien, pero queda mucho por hacer en infraestructura”, le dijo a este diario De Juniac.
Por otro lado, el gremio insiste en que se debe mejorar la eficiencia del espacio aéreo. Por esto, la agremiación colaboró con el sector para mejorar la situación en Bogotá. “Un reciente rediseño del espacio aéreo en la capital hizo que se lograran más de 90 operaciones por hora, mejorando significativamente el desempeño. Abrir más el espacio aéreo a operaciones comerciales podría generar ahorros adicionales de 12 a 41 millas náuticas, lo que equivaldría a unos ahorros diarios de 15.000 kilogramos de gasolina y 46.000 kilogramos de CO2”, señaló Cerdá.
Otra de las grandes preocupaciones de las aerolíneas es el de la carga tributaria. “Colombia está en los peores puestos de los ranquin mundiales en términos de costos y competitividad por cuenta de los impuestos, de acuerdo con el Reporte Global de Competitividad del Foro Económico Mundial”, manifestó el vicepresidente para las Américas de la Iata.
De hecho, con la recién aprobada ley de financiamiento Andrés Uribe, country manager de la Iata para Colombia manifestó que “los impuestos que desestimulan el transporte aéreo son, en realidad, impuestos al crecimiento económico y al desarrollo que ayudan a reducir la pobreza y la falta de oportunidades”, puntualizó.
¿CÓMO ESTÁ LA REGIÓN?
De acuerdo con la Iata, el transporte aéreo en Latinoamérica tendrá un mejor desempeño para el 2019. Según, Brian Pearce, economista en jefe de la Iata, el mejor desempeño se deberá a la recuperación económica de Brasil y de un fortalecimiento del
resto de las economías.
En ese sentido, la proyección es que las aerolíneas reporten una utilidad neta de US$700 millones, es decir, US$400 millones más que en el 2018. Y por pasajero, la utilidad sería de US$2,14.
Asimismo, dijo que los desafíos para las aerolíneas será el fortalecimiento del dólar y el aumento de los precios del petróleo.
María Camila González Olarte
Ginebra, Suiza
Por invitación de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.