El camino hacia la sostenibilidad avanza también en el sector financiero. Al menos el 50% de los colombianos considera entrar a un banco diferente al principal por sus estrategias en sostenibilidad. Así lo explicó Sandro Marzo, managing director y partner de BCG, quien en entrevista con Portafolio, habló sobre cómo aplicar las tendencias ambientales en los sectores bancarios del país.
¿Qué necesitan los bancos para centrarse en el cambio climático?
Los bancos más avanzados en sostenibilidad no la enmarcan como una lógica de cumplir por riesgo sino como un elemento de oportunidad de negocio. Sin embargo, hay que diferenciar lo que emito yo y lo que está fuera del abanico como empresa. Para un banco un alcance significa emisiones financiadas, hay pocos que hoy en día las miden.
Hay bancos que no entienden el mundo real porque siguen financiando con un 98% de sus footprints a empresas que tienen unas emisiones muy altas. Creo que hay bancos colombianos que han avanzado y cabe destacar el esfuerzo de la Superfinanciera y del hub de conocimiento sobre finanzas sostenibles que hoy están liderando.
¿Es importante transitar hacia la sostenibilidad?
Si la banca por sus propios incentivos o por una regulación del gobierno canaliza su financiamiento hacia empresas menos contaminantes, que son cumplidas con factores ASG (criterios ambientales sociales y de buen gobierno) incentiva su factor multiplicador.
¿Y en Colombia se está transitando?
En el país los bancos en la parte ambiental han venido trabajando mucho. Hay voces que dicen que en todo lo que es ASG uno debe concentrarse en la parte ambiental porque es al final es la más medible. Creo que para los bancos colombianos, en el contexto que vivimos una estrategia buena de sostenibilidad siempre tiene que cumplir con el elemento social. En esta materia, el acceso a crédito, empoderamiento femenino, acompañamiento del campo, son elementos justos del factor multiplicador que la banca tiene y donde se ha empezado a trabajar, pero también creo que la banca colombiana ha hecho muy buen trabajo en todo lo que es la cartera verde.
¿Y los beneficios de la sostenibilidad económica?
Hay tres ventajas. En materia de fondeo esto permite que como banco se pueda financiar más barato y eso automáticamente va al P y G aportando a la sostenibilidad económica. Ahora vemos todos los anuncios del BID, que emite bonos sostenibles que pasan a Bancolombia, Banco de Bogotá o BBVA. Segundo, el fondeo más barato se da gracias al conteo tradicional de los bancos, pero están atados a poder cumplir con factores de sostenibilidad determinados en ese título. Hicimos un estudio donde 50% de los colombianos manifestaron que cuando escogen su banco también miran si tiene una estrategia de sostenibilidad o no. El tercer punto es entender e integrar la estrategia de sostenibilidad con el riesgo del cambio climático, para gestionar mejor el peligro de otros y eso da una ventaja competitiva.
¿En Colombia se está marcando la tendencia?
Una tendencia es que los clientes que están más atados a temáticas de sostenibilidad son también los más jóvenes con un mayor ciclo de vida, en términos de necesidad de financiación y el banco se interesa en nutrirse con clientes jóvenes.
¿Cómo está Colombia frente a la región?
Nosotros observamos que todos los benchmarks internacionales son reportes de terceros, pero comparamos cómo avanza la banca colombiana versus la banca de la región y lo que vemos ahí es que hay varios bancos que están bien puestos en ese índice y siguen avanzando. Colombia está posicionada técnicamente bien, pero hay dos cosas; los que están posicionados bien y los están abordando la sostenibilidad como una ventaja competitiva y no como algo de cumplimiento, tendencialmente también son los bancos más grandes del país.
¿Cómo incentiva la banca la lucha contra el cambio climático?
Si la banca mide sus emisiones y declara un objetivo, eso ya es un primer paso. Una vez se realiza esta acción automáticamente se va a aplicar a las empresas que se toman seriamente la transición y buscan refinanciar, con ellas logran también la reducción de sus emisiones financiadas. También, en otros sectores la banca tiene un deber educativo y puede contribuir a que el sector se sienta más incentivado y sabe cómo reducir su carga.
Diana K. Rodríguez T.