Para los analistas no cabe la menor duda que Argentina es un país atractivo para cualquier empresa que quiera invertir en infraestructura. Ese es el caso de ISA, organización que lleva 12 años desarrollando proyectos de baja inversión, pero con un interés por aumentar la operación en el citado país.
(Lea: Colombianas ISA y GEB operan en más de la mitad de Brasil)
Por esta razón, la empresa tiene en la mira el proyecto para el montaje de la línea de transmisión Río Diamante-Charlone, entre las provincias de Mendoza y Buenos Aires, que sobrepasa los US$560 millones.
(Lea: Récord histórico en el precio de la acción de ISA)
Al respecto, el vicepresidente de Finanzas Corporativas encargado, John Bayron Arango Vargas, en diálogo con inversionistas aclaró que están analizando la viabilidad operativa sobre la obra que hace parte de los planes del gobierno argentino para promover la inversión de capital extranjero.
Con respecto a la operación en Argentina, Bernardo Vargas Gibsone, presidente de ISA, afirmó en el mismo escenario que esa “es la pregunta de los US$20.000”, resaltó. “Miembros del equipo administrativo y del directorio están viajando casi todos los meses. Hay un diálogo permanente con el Gobierno y con privados”, explicó el directivo en su conversación con accionistas.
Así mismo, recalcó que “hay cautela con mucho interés”, con respecto a la operación en ese país ya que los ciclos son complicados, además de los vaivenes que podrían derivarse de las elecciones presidenciales el próximo año.
El vicepresidente de Finanzas de ISA precisó que el modelo para este negocio en Argentina consiste en que simplemente el que se gane el proyecto, termina siendo un transportista independiente.
“La concesión se acorta. Después de construido, se transfiere al transportador de energía de ese país, que es Transener, que tiene el contrato de la concesión de la transmisión”, explicó Arango Vargas.