Colombia es uno de los productores del mejor cacao del mundo. Es más, el que se produce en Tumaco (Nariño) es considerado uno de los más finos y demandados por la industria del chocolate.
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La razón es que, al ser sembrado en medio de la selva, los frutos absorben los olores y sabores de la enorme diversidad de árboles y plantas de los alrededores.
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Estas propiedades organolépticas y el contexto social que rodea la siembra de este producto llamó la atención de los franceses, quienes se caracterizan por hacer los mejores chocolates del planeta.
Los más sorprendidos fueron los directivos de la Federación de Chocolateros de Francia, a quienes, ni la pandemia les impidió visitar a los productores del Consejo Comunitario de Bajo Mira y Frontera de Tumaco, para cerciorarse de que estos campesinos cumplen con tres de las condiciones que se requieren para establecer un vínculo comercial justo y duradero:
1) El Cacao de Tumaco protege el bosque tropical.
2) La producción de cacao en Bajo Mira y Frontera promueve la equidad de género y no usa mano de obra infantil en el proceso.
3) Su producción es orgánica.
Una vez validado el cumplimiento de la condiciones, la Federación de Chocolateros planteó un acuerdo comercial que contempla un buen margen de ganancia para las familias productoras, que se traduce entre un 60% y un 90% de sobreprecio por cada kilo de cacao fino de aroma beneficiado, puesto en Tumaco.
En una primera fase se acordó iniciar con 200 familias para adquirir la producción de sus cosechas, pero con posibilidades ampliarlo a 600, con una condición específica: el dinero del sobreprecio que se va pagar por el producto debe depositarse en un fondo de ahorro y pensión para los cacaoteros del consejo comunitario y para apoyar la educación de los niños, para que los adultos mayores cuenten con una vejez tranquila y los niños con una educación de mejor calidad.
El acuerdo con la Federación de Chocolateros de Francia también incluye asesoría y transferencia de conocimientos para mejorar la calidad de la materia prima.
El facilitador de esta alianza comercial es el Programa Páramos y Bosques de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) como parte de su responsabilidad en el desarrollo de los Proyectos REDD+ (Reducción de emisiones por Deforestación y Degradación Forestal) que promueven la protección del bosque para la mitigación del cambio climático.