Colombia sería una de las 30 mayores economías en el año 2050, según el estudio adelantado por Ernst & Young, empresa global en servicios de aseguramiento, impuestos, transacciones y asesoría. Una favorable condición que se suma hoy al escenario del postconflicto y de desarrollo propio, que implica asumir retos de crecimiento en lo privado y lo público, jalonando un cúmulo de profesionales preparados para asumirlos en distintos campos.
Esto, teniendo en cuenta que las empresas de hoy, bajo un mundo globalizado y una tendencia marcada hacia el desarrollo sostenible, buscan nuevas formas de ser eficientes tanto en su desarrollo económico, como en su balance medioambiental y la responsabilidad social.
Por ello se hace necesario un enfoque integral y especializado en muchos campos del profesional de administración de empresas. “Esta carrera ha evolucionado y se ha especializado en diferentes ramas y enfoques, incluso en lo social, donde las organizaciones y multinacionales buscan un plus alto que debe no solo adaptarse al perfil, sino sobrepasarlo en un mercado competitivo”, asegura César Augusto Aranguren Millán, administrativo de Enda América Latina.
En ese sentido, desde la academia se crean programas mucho más acordes con las exigencias y retos del mercado y del país. Este es el caso de la Universidad del Sinú, que en su programa de Administración de Empresas, en Bogotá, genera un enfoque integral que permite a los estudiantes recibir formación hacia la administración de lo público, lo privado (ahondando en la responsabilidad social), lo ambientalmente sustentable y la ciencia, tecnología e innovación, que tienen alta demanda.
“Hay retos inmensos en la gerencia de las ciudades, en lo urbano, en la administración de servicios públicos; en lo ambiental y generación de energías sustentables; en el campo de la ciencia, tecnología e innovación donde se requiere hacer sinergia con la industria y la sociedad civil y hasta en las empresas privadas, donde su reto es su entorno, sus grupos de interés e incluso su competencia. Por eso le apostamos a darles a los estudiantes bases teórico-prácticas en un método que les permita multicriterio y multipropósito con escenarios futuros posibles”, destaca Carlos Hildebrando Fonseca Zárate, decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables de la Universidad del Sinú en Bogotá.
Este tipo de formación está alineada con las expectativas de los dirigentes corporativos como Mauricio Navarro, emprendedor y empresario en el campo de logística, consultoría y administración, quien considera que la exigencia es cada vez más grande y las empresas buscan que los profesionales que vinculan no solo tengan bases teóricas, sino también conocimiento práctico acorde con cada reto. Deberán tener variados frentes de conocimiento para poder dirigir a sus equipos.
“En lo privado, el enfoque está en la generación de utilidades y valor agregado para los accionistas; y en la empresa pública se requiere equilibrio social como valor agregado para la sociedad. Son dos tipos de administraciones con retos distintos, donde se requieren cualificaciones especiales. Todo esto sin olvidar el emprendimiento. Allí hay una fuerte oportunidad de crear empleo, crecimiento y bienestar para la sociedad”, asegura Navarro. Incluso es propicia para el desarrollo de escenarios nacionales de postconflicto, desarrollo, entrada de capitales externos al país y hasta la internacionalización.