Ni los propietarios de las marcas Juan Valdez, Starbucks o El Corral han tenido tantos dolores de cabeza como los de Agrocampo por el tema de usurpación de marca.
Pese a lo paradójico, terminaron siendo ‘clientes especiales’ de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), instancia a la que llevan sus demandas.
(Lea: La lucha feroz de Agrocampo por defender su marca)
Así las cosas, en los últimos cuatro años, la empresa comercial de venta de insumos para la producción agropecuaria ha persuadido a que en diferentes sitios del país se descuelguen más de 300 avisos que de una u otra forma usaban ilegalmente la marca.
Además, no solo han sido los avisos de los locales, también en los documentos que establecen los nombres de las sociedades que contienen la palabra Agrocampo.
Así, por vía extrajudicial y previniéndoles que sobre estos casos pesan demandas judiciales en contra de las personas naturales y jurídicas, se les ha persuadido para que adopten otros nombres para sus sociedades y marcas comerciales.
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A los usurpadores que no dejan de usar ese nombre, la entidad de vigilancia y control les ha abierto procesos que en menos de seis meses terminan favoreciendo al titular de la marca.
Hoy, ante SIC, Agrocampo lleva 15 expedientes judiciales, mientras que la entidad ha resuelto otros 20 en los últimos años
.
La marca Agrocampo fue reconocida como ‘notoria’ desde el 2015 por la Superintendencia de Industria y Comercio; precisamente, las de este tipo son las que más riesgo sufren de ser infringidas o plagiadas.
Según la SIC, la marca es un signo distintivo que sirve para identificar productos o servicios en el mercado. Es el signo que otorga a una persona o empresa la capacidad de identificar sus productos o servicios de otros idénticos o similares existentes.
En el mercado colombiano es común que comerciantes pretendan parecerse a la marca líder en el mercado por posicionamiento, prestigio y reputación que tienen entre los consumidores, reconoció la Superintendencia de Industria y Comercio.
Por su parte, la empresa Agrocampo indicó que es fácil para los infractores utilizar esta palabra en sus establecimientos o sociedades, más cuando las cámaras de comercio del país no cuentan con mecanismos legales eficaces para impedir la inscripción de marcas o nombres de sociedades que previamente han sido registradas.
“Esto conlleva a que utilicen nuestra marca para lograr un beneficio injustificado, derivado de toda la publicidad y el mercadeo que hacemos, una alta inversión económica”.
La empresa explicó también que herramientas como el otorgamiento de funciones jurisdiccionales a la SIC, dadas con el código General del Proceso, la Ley 1727 de 2014 y las medidas cautelares contempladas desde el 2001 en la Decisión 486 (el Régimen Común Sobre Propiedad Industrial), han hecho más fuertes los instrumentos que tienen los titulares de las marcas para cesar las infracciones a las que están sometidos.
"Los infractores no respetan a nadie’: Superindustria y Comercio
“Es común que en Colombia que las personas traten de usar marcas similares a otras ya registradas”, dijo a Portafolio Fidel Puentes, Superintendente Delegado para Asuntos Jurisdiccionales.
El funcionario aclaró que, luego de Agrocampo, siguen otras aún con mayor reconocimiento social como Ecopetrol o la Federación Colombiana de Fútbol, e incluso, la Dian.
Ahora, las razones fundamentales para presentar demandas ante la entidad de vigilancia y control, además del abuso mismo que representa. está la de no caer en ‘vulgarizaciones’ de la marca que la lleven a perder su sello distintivo, el aprovechamiento del prestigio logrado y protegerse a otros temas como la piratería y la falsificación, indicó el funcionario consultado.
Ahora, lo que termina siendo a favor del demandante de la marca es el proceso expedito que se lleva en la Súper, pues se sabe que el tiempo no supera los seis meses, pero solo para los asuntos netamente civiles.
Otros, de tipo penal, son de conocimiento de la Fiscalía General de la Nación, comportamientos que corresponden a falsificación evidente de productos de consumo.
En otros casos relacionados por Puentes están el de la cadena de restaurantes La Chispa Roja, hechos por los que la Súper protegió la marca.
Así, ordenó a otros restaurantes el cambio de sus nombres comerciales por otros ante los parecidos de muchas marcas.Otras también han sido La Provincia (restaurante), la Federación Colombiana de Fútbol y a la cadena Juan Valdez.
Otras marcas a las que la Súper ha protegido están Bridgestone (neumáticos), Cheese Tris (Frito Lay), Tommy (ropa), Arturo Calle (ropa), Los Olivos (funeraria), Caterpillar (maquinaria), Johnnie Walker (Whisky) y Bogotá Beer Company.
Juan C. Domínguez
Economía y Negocios
Empresas
25 ene 2017 - 8:44 p. m.
Agrocampo es la marca más plagiada del país
La Superintendencia de Industria y Comercio reconoció que es habitual que en Colombia se usen nombres que ya tienen registro.
POR:
Juan C. Domínguez
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