La puesta en marcha de la Refinería de Cartagena, Reficar, finalmente arrancó.
Esta semana la compañía de Ecopetrol reportó el inicio de las pruebas en la TEA, una estructura de 121 metros de altura que se encarga de manejar los gases de alivio (que pueden ser tóxicos) que se generan en las distintas unidades de la refinería, de manera segura.
Con el encendido de la TEA se pueden empezar a prender las siguientes unidades en las próximas semanas, la idea es que en el cuarto trimestre inicie paulatinamente el procesamiento del crudo.
En marzo de 2016, según el cronograma, la refinería estará en plena operación y procesará 165 mil barriles de crudo diarios.
De acuerdo con los técnicos de la Refinería de Cartagena, el diseño de esta unidad permitirá que en caso de que falle uno de los quemadores de hidrocarburo no tenga que detenerse la producción, pues cuenta con cuatro tubos de 48 pulgadas de diámetro.
UNA OBRA DE GRAN PESO
La TEA está conformada por cuatro tuberías, que sostienen los quemadores de 48 pulgadas, que son los que permiten procesar los gases de alivio.
La estructura es de acero y pesa 420 toneladas, con una altitud de 121 metros.
Para construirla fue necesario utilizar grúas de hasta 670 toneladas en un territorio de fuertes vientos, como lo es la zona industrial de Mamonal. La estructura también es a prueba de huracanes y puede resistir vientos de hasta 250 kilómetros por hora.
Además, las torres pueden ser desmontadas, independientemente, para mantenimiento o reparación, sin necesidad de suspender la operación.