El ambiente tenso que se vive en los municipios petroleros de los Llanos Orientales, el rebrote de acciones terroristas aisladas y el bandalismo registrado en las marchas de protesta del magisterio la semana pasada en varias ciudades del país, dejan un mal sabor para el clima de los negocios en Colombia, el cual se ratifica con los resultados de la encuesta de Gallup, que refleja un deterioro en la percepción de seguridad.
Pero en medio de este panorama, las empresas y los inversionistas ven con buenos ojos el desempeño económico local y las expectativas de crecimiento en todos los sectores, lo que aumenta el interés por consolidar su presencia en Colombia o incursionar en otros nichos de mercado.
Los principales indicadores de la economía mantienen su dinámica. La semana pasada se conoció que la inflación de agosto registró un descenso de 0,03 por ciento, lo que indica que el manejo de este indicador es el acertado. Así mismo, las exportaciones ratificaron el buen momento por el que atraviesan al presentar un crecimiento del 55 por ciento en julio pasado.
Se destaca el crecimiento de las ventas de productos colombianos conocidos como no tradicionales, las cuales aumentaron 33 por ciento en el mes, generando mayores expectativas de empleo debido a su intensidad en el uso de mano de obra.
Otra noticia positiva fue el avance en materia de competitividad.
Aunque el país no escaló posiciones en la clasificación del Foro Económico Mundial, y se mantuvo en el lugar 68, sí hubo un reconocimiento a los progresos.
Respecto a la demanda del mercadeo doméstico, el crecimiento de 28,4 por ciento en las ventas de autos nuevos en agosto es una señal positiva del interés de los consumidores por mantener la dinámica de su gasto.
El Indicador de la Confianza en Colombia se mantiene en 91 por ciento para la presente semana.