Ayer, el Comité de Negocios de Ecopetrol revisó la propuesta que se encuentra a la espera de la decisión de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) con respecto a la aprobación del Plan de Manejo Ambiental. Solo hasta que ese trámite se surta, se podrá solicitar autorización a la Junta Directiva para continuar con la ejecución del proyecto.
El plan costaría 4.600 millones de dólares y en el año 2020 le dejaría de ebitda a la refinería 1.000 millones de dólares.
Aunque en principio contempla pasar de 230 mil barriles de crudo por día a 250 mil barriles.
La novedad está en que hoy la refinería solo procesa 70.000 barriles de petróleo pesado, y con la remodelación empezaría a procesar 175.000 barriles del mismo, que es el que más se esta produciendo en el país y ocupa buena parte de las reservas probadas.
AL TOP REGIONAL
Actualmente, la refinería de Barrancabermeja tiene un factor de conversión de 76 por ciento, lo que la ubica en una clasificación de conversión media, y orientada a procesar, principalmente crudos livianos.
Con la modernización pasará a un esquema de conversión profunda o alta conversión, con un factor del 96 por ciento. Al mismo tiempo, el proyecto busca ampliar la capacidad de carga de crudos pesados y pretende una producción de combustibles más limpios.
En total serán diez unidades nuevas, seis tanques de almacenamiento de materia prima, una nueva subestación eléctrica interna con capacidad de 120 megavatios, el reemplazo y la modificación de diecisiete tanques existentes, nuevos sistemas de teas, enfriamiento de agua y almacenamiento de coque (el carbón térmico y el metalúrgico que quedan tras la refinación completa del crudo), entre otros.
Una vez concluida la obra, el complejo entraría al grupo de las mejores de Latinoamérica por la utilización de tecnología de punta, una operación confiable, segura y eficiente y, principalmente, por operar con un mínimo impacto ambiental.
Cuando concluya el proyecto, la refinería estará en capacidad de procesar crudos pesados con altos contenidos de azufre, ácidos y otros componentes. Esto obliga a la adopción de procesos altamente especializados que garanticen la conversión hasta productos valiosos como la gasolina y cumpliendo los más exigentes estándares de calidad.
Sus instalaciones entregarían hasta 50 mil barriles diarios de nafta, el diluyente requerido para el transporte de crudos pesados, y garantizarian el abastecimiento de la demanda proyectada de combustibles en la zona de influencia de la refinería más allá del 2020.
DE INTERÉS NACIONAL
En octubre del año pasado, el Ministerio de Minas y Energía expidió un decreto en el que declaró el proyecto de interés nacional. Con la iniciativa se reducirán las importaciones de diésel o Acpm, toda vez que la producción se incrementará en 45.000 barriles diarios, cumpliendo con la obligación de entregar diésel de menos de 50 partes por millón de azufre y gasolina con menos de 300 partes por millón.
De otra parte, el año pasado la petrolera citó un estudio de Fedesarrollo, según el cual la refinería modernizada jalonaría 4,7 billones de pesos adicionales de consumo intermedio, le aportaría 2,8 billones de pesos al crecimiento económico del país, generaría 60.000 millones de pesos en el pago de impuestos y cerca de 40.000 nuevos empleos en actividades diferentes al petróleo.
Además, el proyecto y la entrada en operación de la refinería modernizada haría que los ingresos tributarios de Barrancabermeja aumenten a 2020 en un 9,2 por ciento, como consecuencia del proyecto.