Han pasado casi dos décadas desde cuando un proyecto de grado para optar al título de Magister en el programa de Administración de Empresas de la Universidad de los Andes, comenzó a volverse realidad. Sus autores, Nicolás Loaiza y Gigliola Aycardi, vieron en ese entonces una oportunidad de mercado, que al cabo de varios meses acabó concretándose.
Esa realidad es Bodytech, la cadena de gimnasios que este año debería terminar con casi 150 puntos en América Latina y que atiende a algo más de un cuarto de millón de personas todos los días. Con ventas cercanas a los 300.000 millones de pesos el año pasado, los fundadores de la empresa compiten en representación de Colombia en el premio del emprendedor del año que organiza la multinacional EY (antigua Ernst and Young) y que se entregará en el principado de Mónaco mañana en la noche.
El grupo de postulantes incluye líderes de 53 países, desde Estados Unidos hasta Vietnam, pasando por Bielorrusia y Suecia. Un jurado independiente ha analizado las hojas de vida de los candidatos, además de reunirse personalmente con cada uno. Los criterios de escogencia abarcan espíritu empresarial, desempeño financiero, dirección estratégica, impacto global, innovación e integridad personal, entre otros.
LA CARTA COLOMBIANA
Loaiza y Aycardi cumplen ampliamente las condiciones fijadas. En 1997, cuando abrieron su primer gimnasio en la zona de Chapinero en Bogotá, lo hicieron después de sortear múltiples dificultades. Aparte de apostar todo su patrimonio personal, tuvieron que vencer el escepticismo del sector financiero y de más de un allegado.
Pero la jugada fue exitosa, pues respondió a las aspiraciones de una población joven y con poder adquisitivo, interesada por su bienestar físico. En las primeras tres semanas de operación superaron con creces el número de afiliados y pudieron recorrer una senda de crecimiento que no se detiene.
En ese momento, la clave de su logro inicial fue la adopción de un concepto que era desconocido. En lugar de sitios cerrados y pequeños, ofrecieron lugares de gran luminosidad, con fachadas modernas, techos altos, máquinas modernas y acompañamiento de expertos.
El público que pasaba por la carrera séptima en la capital se acostumbró a ver a personas haciendo ejercicio, que se volvieron uno de los principales promotores del nuevo servicio. En cuestión de meses, fue necesario ampliar las instalaciones y abrir nuevos puntos.
Hoy en día, el área promedio de un Bodytech es de 2.500 metros cuadrados, en los cuales existe espacio suficiente para clases grupales, zonas húmedas y áreas para supervisión médica. También están los lugares para pesas, hacer abdominales, estiramiento y manejo cardiovascular. La inversión requerida oscila entre los 4.000 y 5.000 millones de pesos por punto.
Todo eso que suena obvio actualmente, no lo era en el país de finales del siglo pasado. Incluso en un periodo en el cual la economía colombiana experimentó dificultades serias en su evolución, la empresa logró crecer y expandirse.
PRESENCIA CRECIENTE
A la fecha, la compañía ofrece servicios en más de 30 ciudades ubicadas en Colombia, Perú y Chile.
El camino, como es de suponer, no ha estado exento de dificultades. Los altibajos propios de América Latina, las prevenciones culturales, las autoridades e incluso el éxito inicial han sido factores que han requerido manejo puntual.
En diferentes momentos se tomó la decisión de abrir la sociedad, tanto para expandirse en sitios específicos y tener recursos para crecer, como para solucionar presiones de caja. Varios fondos de inversión poseen cerca del 25 por ciento de las acciones, aparte de personas diferentes a Loaiza y Aycardi que siguen a cargo de los asuntos del día a día, el primero desde Bogotá y la segunda desde Lima.
A la fecha, la compañía ofrece servicios en más de 30 ciudades ubicadas en Colombia, Perú y Chile. Actualmente se encuentra en el proceso de cierre de una operación en otro país y sigue examinando oportunidades en la región. Dentro de sus logros está el hecho de no haberse visto obligada a cerrar ningún punto por falta de demanda, aparte de aquellos en los que se les ha vencido el contrato de arrendamiento.
Debido a ello, Bodytech ocupa un lugar dentro de las 20 cadenas de gimnasios más grandes del planeta. Su meta para el 2020 es llegar a un millón de clientes, incluyendo un programa de afiliaciones virtuales que debería masificarse en los meses por venir.
También se estudia la posibilidad de salir a bolsa, un objetivo que requiere esfuerzos específicos de organización, aparte del tamaño. Si la evaluación es positiva, la fecha tentativa sería el 2017, aunque todavía es temprano para un anuncio formal, señalan los fundadores de la firma.
Tales elementos seguramente serán tomados en consideración por el jurado convocado por EY. Pero más allá del veredicto, los dos empresarios se consideran triunfadores. “Pudimos volver realidad nuestro sueño, contribuimos al bienestar de miles de personas y contamos con más de 3.500 empleados que forman parte de nuestra familia”, le dijo Nicolás Loaiza a Portafolio. “¿Qué mejor premio que ese?”, agregó Gigliola Aycardi.
Y ambos recordaron que su propósito es seguir adelante. Porque el sueño que empezó a volverse realidad en 1997 todavía no ha concluido, insistieron.
Ricardo Ávila
Director de Portafolio
Mónaco