Carlos Raúl Yepes no hace parte del molde del ejecutivo encumbrado, y mucho menos de la percepción del banquero tradicional
Justamente, marcar la diferencia con su estilo es una de las razones por las cuales el presidente de Bancolombia fue reconocido como el líder empresarial de mayor prestigio en el país.
Yepes es abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana, y especialista en Derecho de los Negocios de la Universidad Externado de Colombia.
Antes de ocupar la presidencia de Bancolombia, en febrero del 2011, el directivo ya había sido miembro de la junta directiva de la organización por cinco años.
Más allá de su experiencia relacionada con la entidad financiera más grande del país, pues participó en temas cruciales como el negocio con los Gilinski y el proceso de entrada a la Bolsa de Nueva York, son otras las cualidades de este líder que lo convierten en uno de los más reconocidos en el país.
Desde que asumió el mando en Bancolombia, ha liderado la puesta en práctica de una nueva forma de hacer negocios.
Su planteamiento, de una banca más humana, podría parecer impensable al interior de una entidad financiera, pero la realidad es que en tres años se ha dado un proceso que ha permitido construir relaciones de confianza al interior de la compañía, en la interacción con los clientes y con sus demás grupos de interés.
Al observar el estilo de Yepes, es evidente que la estrategia no podía ser diferente. Para este líder, prima el trato amable y cordial con todos los empleados, y llamarlos a todos por su nombre, entre otros temas que parecen sencillos, pero que marcan la diferencia en el ambiente corporativo.
Pero la idea es replicar de puertas hacia afuera los cambios que se vivieron al interior de la empresa.
Algunas de las novedades que ha traído esta estrategia es la creación del día del cliente, espacio para pensar en el acompañamiento al usuario, qué puede hacerse para que su experiencia sea más positiva y cómo aplicar el concepto de venta y servicio responsable, por ejemplo en no saturar a los clientes con productos y/o servicios que no necesitan.
Por esa razón, también cambiaron la forma de medir el desempeño de los trabajadores, con lo cual ya no son evaluados solamente dependiendo del aumento en el número de clientes o de colocaciones, sino por la disposición de los clientes para recomendar a la entidad.
Al interior de la empresa, se creó una gerencia de Calidad de Vida, con el objetivo de que apoyar para que los empleados puedan lograr un mayor equilibrio entre su vida personal y profesional.