Centelsa es una fabricante de conductores eléctricos con presencia en la región andina, y su sede es Cali.
Se dedica a la producción de alambres magneto y cables para la construcción, de alta tensión y de telecomunicaciones.
A su vez, Xignux, según medios mexicanos, es un consorcio de cuatro divisiones: cables, transformadores, infraestructura y alimentos.
Además, opera 25 plantas productivas y diversos centros de distribución en el país, Estados Unidos, India, Colombia y Brasil.
En 2008, Sanford llegó a un acuerdo con la mexicana Mexichem -dueña de Pavco y Mexichem Resinas de Colombia, entre otras compañías nacionales- para venderla, pero la operación no prosperó por las condiciones que entonces impuso la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), y que las partes no aceptaron.
Paralelamente, la venta de Centelsa a los mexicanos cerraría el circulo de ventas de negocios maduros de Sanford, que se está diversificado hacia energías 'limpias' y biocombustibles.
Solo se quedaría en la transformación y aplicación de plásticos y sintéticos, y en químicos.
El año pasado, Centelsa vendió cerca de 500.000 millones de pesos.
Cabe recordar que en el 2007, el Grupo Sanford le vendió al grupo mexicano Mexichem y por 250 millones de dólares el ciento por ciento de Mexichem Resinas de Colombia.
Además, ese mismo año enajenó el 50 por ciento de Geón Polímeros Andinos. Y en el 2008 le vendió a Ecopetrol, por 345 millones de dólares, el 50 por ciento de Polipropileno del Caribe (Propilco), otra de sus empresas insignias.
De las inversiones en ‘viejas’ empresas, le quedan a Sanford participaciones de control o acciones en C.I. Cobres de Colombia; Biofilm, una procesadora de empaques y materiales plásticos, en la que comparte la propiedad accionaria con el Grupo Santo Domingo; Plastiquímica; Carboquímica; Filmtex; Lamitech; Minipak; IQ Outsourcing y Polifilm (Venezuela).
De otra parte, tras la adquisición ayer del 91 por ciento de la empresa de origen peruano Soldex, la estadounidense Colfax Corporation llega a Colombia.
La empresa norteamericana adquirió las plantas de producción de soldadura en Bogotá y Lima, según se anunció desde la casa matriz en Maryland.
La transacción valora a Soldex en 235 millones de dólares e incluye la asunción de deuda.
Colfax participa en el negocio a nivel suramericano en todos los segmentos de clientes, especialmente de energía y recursos naturales no renovables.
Paralelamente, es propietaria de Esab, que es uno de los mayores fabricantes del soldaduras y equipos de corte y la automatización asociada.
Soldex entró relativamente hace pocos años a Colombia, en 2008, al comprar Soldaduras West Arco y Soldaduras Megriweld. A dicha operación se sumó la Comercializadora de Electrodos de Venezuela (Comelven).
El año pasado, las dos primeras registraron ingresos por unos 77.000 millones de pesos, lo que las convierte en el primer jugador del negocio en el país.
Mientras que el accionista principal de Soldex es Inversiones Breca, que venderá cerca del 99 por ciento de las acciones comunes de la primera, y el 75 por ciento de los títulos de inversión, lo que -combinado- le dan el mencionado 91 por ciento.
Esab dijo, entre tanto, que con la adquisición busca fortalecer su alcance mundial de operaciones, complementándose con las que pose a nivel regional la firma inca en mercados como Perú y Colombia.
El hecho de que los dos países tengan TLC con EE. UU. también posiciona mejor a la norteamericana a nivel regional.
Soldaduras West Arco se dedica a la producción y comercialización de electrodos y alambres para soldadura eléctrica y soldaduras Megriweld, comercializa productos para soldadura y distribuye marcas como Megriweld, Gristar, Soltrode y Oerlikon. Por su parte, Comelven comercializa eléctrodos, alambres y varillas para soldadura eléctrica.
Redacción de Economía y Negocios