El primer encuentro en el que habrían participado dos de las cinco empresas productoras y comercializadoras de papeles suaves o tisú, a las que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) investiga por un presunto acuerdo de precios y estrategias de mercadeo habría sido a mediados del año 2000 en el hotel Sheraton, de Medellín.
Según testimonios recogidos con participantes en la cita, habrían asistido María Carolina Arenas, Darío Rey y otra persona no identificada, de Productos Familia; lo mismo que Luis Fernando Palacio y Jaime López, de Kimberly.
El tema fue, según el expediente, la política comercial o el esquema de precios para el nuevo canal institucional que apenas se empezaba a abrir en estas compañías.
En total, la investigación documenta con testimonios de 21 reuniones entre personal de Familia, Kimberly y Papeles Nacionales (de julio o agosto del año 2000 al 20 de noviembre del 2013), pero también están siendo indagada la participación en este cartel de Drypers y Cartones y Papeles de Risaralda. Entre todas controlan el 88% de la producción y venta de la línea de papeles higiénicos, servilletas, toallas de cocina y pañuelos para manos y cara, que mueven más de un billón de pesos al año.
“Se trataban no solo sobre el precio, sino que se exhibía información ‘sensible’ relacionada con los productos, los canales de comercialización y estrategias de mercadeo”, aseguran investigadores.
Además, añaden, daban informes de cumplimiento de los acuerdos y se hacían llamados de atención en el caso de incumplimiento.
CONFIDENCIALIDAD
Los asistentes tenían la indicación expresa de no dejar actas y los directivos daban instrucciones para ocultar cualquier información al respecto. La comunicación se hacía sobre todo por correo electrónico, pero también se utilizaban mensajes de texto y comunicaciones por celular, según consta en la documentación del caso.
Y aunque hay dos reuniones con Kimberly de las que se habla en el año 2007 y el 2012 en las instalaciones de Familia, en Medellín, la mayoría de las citas habrían sido en lugares distintos, como hoteles y restaurantes de la capital antioqueña, Bogotá, Cartagena y Barranquilla. Alguna incluso, habría tenido lugar en Caracas (Venezuela), el 14 o 15 de diciembre del 2005.
Las citas, al parecer, eran concertadas por los presidentes o gerentes, pero enviaban a personal subalterno con poder de decisión. Por eso, en el caso, existe un listado con los nombres y cargos de 42 altos directivos que estarían vinculados con esta conducta que atenta contra la libre competencia y que podría significarle una multa de hasta 1.200 millones de pesos al que se le compruebe la infracción.
‘Portafolio’ buscó las versiones de las firmas mencionadas, pero solo Kimberly expidió un comunicado de dos párrafos en el que dice que “es una compañía con los más estrictos estándares éticos y de respeto a la ley colombiana” y que colaborará con la investigación.
Un directivo de Papeles Nacionales le dijo a este diario que ya buscaron abogado y que darán sus explicaciones a la SIC.
LOS MENSAJES SOSPECHOSOS
La SIC posee más de 200 correos en los que las firmas comparten información interna que no tendrían por qué dar a la competencia. Por ejemplo, en un mensaje del 26 de diciembre del 2001, el director comercial de Kimberly, Hernán Alonso Giraldo, le anexa la lista de precios de su compañía al gerente de negocios de Familia.
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