La estructura del sistema financiero colombiano dicta que son tres las principales diferencias entre una cooperativa financiera y un banco tradicional, así: según su conformación como empresa, sus objetivos y su modo de operar.
Los bancos son entidades que, por lo general, pertenecen a unos socios o accionistas, cuyo número depende del tamaño de la entidad y de si es una empresa pública que cotiza en la bolsa de valores, y su negocio principal es ganar dinero mediante los intereses de los préstamos, los servicios financieros y las tasas de las cuentas de depósito (de ahorro o corriente).
Con el dinero obtenido de su actividad, que es su objetivo principal, las entidades bancarias tradicionales pagan sus nóminas de empleados, realizan inversiones en el mercado bursátil o en diferentes negocios y cada año pagan ganancias o dividendos a sus socios accionistas o dueños.
Por su parte, una cooperativa financiera también obtiene rendimiento del dinero de los ahorradores y de los intereses de los créditos; la diferencia es que los dueños de esta son los mismos clientes, o sea que parte de las ganancias retornan a ellos en forma de intereses más bajos y menores cargos por servicios financieros.
VENTAJAS PARA EL AHORRADOR
Por su misma razón de ser, las cooperativas financieras ofrecen tasas más atractivas y mejores intereses en las cuentas, y con frecuencia existen menos requisitos en la cooperativa para acceder a los productos financieros, en términos de experiencia crediticia, referencias o cantidad de dinero para abrir una cuenta.
BUEN RESPALDO FINANCIERO
En el 2012, el sector de las cooperativas financieras contaba con unos 300 mil millones de pesos de reservas para cubrir los depósitos de los ahorradores, lo cual va en línea con que las cooperativas deben ser completamente “sostenibles, competitivas y eficientes”, según dice el Informe del Sector Cooperativo 2012, preparado por Confecoop.
El objetivo de iniciativas, entre ellas los cambios de regulación y la vigilancia más rigurosa para estas entidades es garantizarles la posibilidad de crecer y brindar una mayor cantidad y mejor calidad de bienes y servicios, lo cual redunda en beneficios para los abonados.