La multinacional McCain Foods que reina en el mercado de la papa industrial en el mundo está satisfecha con la evolución del mercado colombiano y con los esfuerzos agrícolas para responder al interés de los consumidores por su papa a la francesa congelada que se distribuye en supermercados y que atiende cadenas de comidas.
Así lo señala Daniel Caldiz, director global de Agronomía en McCain, quien la semana pasada estuvo en Bogotá.
El directivo señala que si bien la operación de Colombia es pequeña frente a otras regiones del mundo, sobresale su desempeño.
En la actualidad, la empresa procesa en Colombia entre 32.000 a 34.000 toneladas de materia prima, cuando en el 2006 ese volumen era de 20.000 toneladas.
“Prácticamente, en el 2016 estaría duplicando el volumen de materia prima que se procesa desde el 2006. Entonces se presenta una evolución importante y eso es producto de las condiciones del mercado”, asegura el alto directivo.
“Uno no puede aumentar la producción en los cultivos, si no la acompaña de mayor demanda del mercado”, comenta.
En ese sentido, la empresa anunció que este año espera crecer en Colombia 11 por ciento, cuatro puntos por encima del crecimiento del año pasado.
Durante el 2013 las ventas de la multinacional rondaron los 60 millones de dólares. Se estima que Colombia es el mercado más dinámico para la compañía entre los países andinos.
Caldiz dice que en el aumento de la papa procesada ha sido fundamental la mayor productividad de los cultivos.
En general, la media de la producción por hectárea como país era del orden 17 toneladas por hectárea hace unos años y en el 2014 está en unas 25 toneladas.
“Si comparamos ese nivel de producción con los cultivos McCain Colombia en el 2000 los cultivos ya estaban en 27 toneladas y en el 2014 están por encima de las 40”, dijo.
Para Caldiz, algo que ha pasado en estos últimos 14 años es que la tecnología que la compañía aportó al cultivo ha permitido aumentar los rendimientos significativamente y ese es un beneficio también para el agricultor porque al tornarse más productivo, hace mejor uso de la tierra y puede utilizarla a otros productos.
Esos crecimientos son fruto de los trabajos que hace la compañía y que el propio Caldiz asistió en calidad de gerente de agronomía en Suramérica.
En su visita de la semana pasada al país, el directivo global de la multinacional venía como conferencista del XXVI Congreso de la Asociación Latinoamericana de la Papa, Alap, pero también aprovechó para hacer una revisión al programa actual de agronomía para ver qué cosas se podrían hacer para tener rendimientos mejores y, sobretodo, mejor calidad de materia prima.
Actualmente, la multinacional trabaja con más de un centenar de productores de Nariño, Boyacá y Cundinamarca.
A nivel global, McCain compra por año unos 5 millones de toneladas de papa y cerca de 250.000 toneladas de vegetales (arvejas, zanahoria, maíz dulce).
Y ese volumen de producción corresponde al abastecimiento de 3.000 productores.
Daniel Caldiz explica que en todas las operaciones se busca, al igual que en Colombia, que sean más rentables.
También, señala que se pretende establecer relaciones duraderas con los agricultores y tratar de transferirles toda la información que genera, no solamente la compañía desde su propia área de investigación, sino también la que producen universidades y centros de investigación especializados.
En su conferencia en el marco del Congreso de la Alap, Caldiz planteó los retos del negocio de la papa industrial en América Latina. A su juicio, el primero es el cambio climático y la necesidad de que se adopten variedades y tecnologías que respondan a ese fenómeno.
El otro, es mejorar las calidades de la semilla, que es el mismo tubérculo, para generar un nuevo cultivo.
Llama la atención en que los productores no han dejado la cultura de utilizar como semillas su propia producción, lo que puede desmejorar rendimientos y calidad. La otra oportunidad está en lograr variedades más productivas y resistentes a enfermedades.
El uso de las Buenas Prácticas Agrícolas y la interacción mayor de las empresas, productores y organismos oficiales son otros factores importantes en los que deberá avanzar el sector, dijo.
CONDICIONES JUSTAS PARA EL PRODUCTOR
El director general de McCain para la Región Andina, que tiene sede en Bogotá, Francois Simonpietri, expresó que “McCain ha buscado sumarse a la tarea de mejorar las condiciones del agricultor colombiano, a través de un comercio justo”.
Este plan de beneficio está bajo un pilar fundamental que es el de la confianza mutua. Esto le permite a la multinacional contar en la actualidad con 2.200 hectáreas de papa cultivadas bajo su modelo en el cual se define el precio, el volumen y la rentabilidad de la cosecha, independientemente de las variables que presente el mercado.
Por su parte, los agricultores pueden contar con beneficios previos a la cosecha.
Constanza Gómez G.
Economía y Negocios